Por Depto. de Formación y Capacitación -
Enfoque a la FamiliaLa adolescencia es una época de cambios, es el momento en el que percibimos con mayor claridad quiénes somos, qué queremos y hacia dónde vamos. Siendo esta una realidad, es imperativo que sea, precisamente en esta etapa de la vida, en la que se provea a los y las adolescentes, información correcta sobre su sexualidad.La sexualidad, sigue siendo un tema tabú, por lo que, se ofrece poca o ninguna información sobre el tema. De esta manera, la sociedad continúa perpetuando que los jóvenes recurran a canales erróneos para informarse, tales como: conversaciones entre amigos, revistas, “enlatados” televisivos, entre otros.Conforme pasan los años, las estadísticas nos confirman que los espacios con los que hasta ahora han contado los adolescentes, no son los más adecuados, pues no les proveen información clara y real sobre los cambios propios de su edad y cómo manejar el despertar que enfrentan.Sin embargo, la formación de los niños, niñas y adolescentes, en este tema, no depende únicamente de los centros educativos, pues es más bien, en primera instancia una responsabilidad de padres y madres de familia.Enséñeles a conocer su propia sexualidadActualmente, los y las adolescentes se enfrentan a un mundo en el que abundan los estímulos que los invitan a prácticas sexuales cada vez más tempranas. Estos estímulos, les llevan a establecer relaciones fundamentadas en el contacto físico, haciéndoles pensar que controlar los impulsos no es necesario, pues lo que importa es el placer momentáneo sin medir las consecuencias físicas y emocionales.Conocer sobre sexualidad no consiste únicamente en saber cómo funcionan los órganos reproductivos; es decir, no se limita al ámbito propiamente físico o biológico. Por lo tanto, las relaciones sexuales tampoco se circunscriben, exclusivamente, a estos aspectos.Para la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de Salud, la sexualidad: “tiene un significado muy extenso y no sólo se limita a la relación sexual. La sexualidad envuelve la conducta, el pensamiento y los sentimientos de la persona, refleja nuestra relación con el mundo y como otros nos perciben y se relacionan con nosotros; incluye el desarrollo físico que durante la adolescencia se acelera promoviendo nuestra identidad sexual y reproductiva. Finalmente, la sexualidad también se encuentra determinada por las expectativas que la sociedad pone sobre cada género, moldeando las actividades y valores que regulen relaciones con el sexo opuesto”. Es de suma importancia transmitir a los y las adolescentes este concepto integral de la sexualidad a fin de que consideren las implicaciones físicas, emocionales y espirituales. Es seguro, que proveyendo un panorama completo, los y las adolescentes tendrán las herramientas necesarias para desarrollar la capacidad de tomar decisiones y hacer escogencias que promuevan su bienestar.Una enseñanza saludable sobre este tema debe transmitir al adolescente que puede disfrutar de su sexualidad, de acuerdo a la etapa de vida en la que se encuentra. Es importante que como padres hablemos del tema de forma natural y relajada. Un acercamiento a este tema que señale todo lo relacionado a la sexualidad como prohibido y maligno, propicia que hijos e hijas pierdan la confianza de hablar con nosotros sobre sus experiencias y dudas, y busquen en terceros respuestas que probablemente no serán las más adecuadas para su sano desarrollo. No podemos hablar sobre sexualidad dejando fuera del tema la presión de grupo y el proyecto de vida, son dos aspectos de suma importancia a la hora de que los y las adolescentes tomen sus decisiones.Presión de grupo“Cuando estoy en grupo, hago lo que todos hacen”Particularmente, los adolescentes tienen deseo de aceptación y valía, aspectos que buscan en sus grupos de pares; es parte del desarrollo y de forjar su propia identidad.En esta etapa, los amigos ejercen mayor influencia que los mismos padres o figuras adultas significativas Por esta razón, es necesario que la estima, principios y convicciones se formen desde edades más tempranas, de tal forma que en medio de la presión, puedan tomar decisiones propias y no se dejen llevar por la corriente.A continuación algunos puntos que podrían ayudar a los jóvenes a enfrentarán de mejor forma la presión de grupo:Conocer los propios puntos débiles y trabajar en ellos.Ser concientes de que se puede romper con relaciones de influencia negativa.Pedir ayuda.No hacer cosas que atenten contra los valores.Enseñar el principio de asertividad. Amar su vida.Proyecto de vidaSegún el Psicólogo Luis Diego Guillén en su artículo Proyecto de Vida “…los jóvenes experimentan su primera decisión vocacional entre los 15 y 16 años, cuando las habilidades, aptitudes, intereses y realidad económica, junto a la orientación vocacional, tienen un papel importante dentro de un proyecto de vida apegado a la realidad”Es necesario que en esta edad se conciba y se inicie el desarrollo de un proyecto de vida, esto es fundamental en la realización de todo individuo ya que permite tener un rumbo que genera alta motivación para vivir, facilita una canalización correcta de la energía y esfuerzo, estimulando el crecimiento como persona. Al ser este, otro aspecto determinante en la adolescencia, se debe ejercer una influencia positiva en los jóvenes. Con conocimiento de sus habilidades y aptitudes podrán ir perfilando su futuro.Algunas pautas para construir un proyecto de vida:Aprecie sus sueños y proyectos.De lo mejor de si en todo lo que haga...Saque tiempo y reflexione.Básese en sus fortalezas y no en sus debilidades.Tome decisiones. No se quede en el querer.Identifique sus capacidades.Tome en cuenta todo el entorno en que se desenvuelve.
Al tener “algo” por qué desarrollarse, junto a un sano concepto de sí mismos y fortaleza para salir de las presiones, los y las adolescentes podrán atravesar esta etapa con éxito; teniendo claros sus propósitos y construyendo el camino que seguirán para alcanzarlos.