El sucesor de Retro City Rampage saldrá a finales de mes en Europa
Vblank Entertainment anunció hace unos días el lanzamiento de la esperada versión para Nintendo 3DS de Shakedown Hawaii, uno de los últimos juegos que aterrizarán en la venerable consola de Nintendo toda vez su vida comercial se irá extinguiendo poco a poco. Esta versión llega con un gran trabajo de adaptación por parte de Brian Provinciano, que se ha dedicado en las últimas semanas a resolver sobre todo los problemas derivados del formato de pantalla, sus proporciones, etc. tratando de respetar el gran trabajo de pixelado del original.
Ya queda menos para que los usuarios de 3DS que se atrevan puedan descargar desde la eShop de Nintendo, la versión para la portátil de Shakedown Hawaii, un proyecto que se antoja muy personal por parte de alguien como Provinciano: decidido y con gran tesón que vuelve a demostrar que está por encima del valor comercial de las máquinas, tal y como ya hizo con Retro City Rampage en un momento complicado para Wii.
Check out #ShakedownHawaii's zoomed out camera option on #Nintendo3DS! It can automatically zoom out/in when entering/exiting vehicles, or you can choose any combination. pic.twitter.com/rs8u5I6tjH— Vblank (@RetroCR) 10 de septiembre de 2019
Así, el próximo 26 de septiembre se publicará el juego en el repositorio digital de la consola en Europa (19 de septiembre en EE.UU.) a un precio aproximado de 15 €, para regocijo de los usuarios que quieran ponerse en los calcetines de un mafioso venido a menos que ve como sus turbulentos negocios peligran al no saber adaptarse a los nuevos tiempos. Pasando del aspecto 8 bit de su esfuerzo anterior, el nuevo Shakedown sigue apostando por unas mecánicas jugables y la inspiración en la conocida saga GTA, aunque en esta ocasión el aspecto gráfico se acerca más a lo que podíamos esperar de un sistema intermedio entre los 16 y los 32 bit.
Como si fuera un D-Fens cualquiera en Un día de furia, el juego arranca con el cabreado personaje agarrando sus armas y quitándose de encima a todo aquel que se interponga en su camino, con el objetivo de hacerse con el control de toda la isla y destruyendo por el camino a la competencia, provocando que de nuevo la gente acuda en masa a los videoclubs buscando las viejas cintas VHS que tan feliz les hacen. El resultado es una ambientación más trabajada donde no faltará el humor y la mala leche, diferentes tipos de objetivos y una gran ambientación de estilo pixelart muy ochentera.
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