Se llama Rodolfo Burgos, es chileno y saltó a la fama recientemente tras participar en "Yo soy", un concurso televisivo de talentos en una cadena chilena.
Aunque los miembros del jurado del mismo se tomaron a guasa su apodo "Shakiro", poco tardaron en quedarse boquiabiertos tras comprobar que la imitación era casi una "calcamonía" de la verdadera Shakira.