Como todos sus antiguos perfumes, Shalimar tiene su propia historia. En Sánscrito, significa templo del Amor y los encuentros amorosos de Shah Jahan, gran Emperador de las Indias, y su favorita fué lo que inspiró a Jacques Guerlain.
En los años 20, la moda en el sentido más amplio se inspira en Oriente e inunda con sus aromas, cultura y leyendas a Occidente. Una de ellas es la siguiente:Shah Jahan siente un amor infinito por Mumtaz Mahal, su favorita y los jardines que creó para ella y sus momentos de intimidad eran tan bellos que no podía imaginarse un nombre mejor que Shalimar. Una historia real elevada a leyenda que Jacques Guerlain quiso plasmar en esta fragancia ya leyendaria a su vez.