Shame

Por favor, levántense y aplaudan a Steve McQueen y a Michael Fassbender que nos deleitan con semejante película. Compleja y dramática hasta decir basta, con una media hora final que roza la perfecta conjunción narrativa-visual. Podría explicar mil cosas, mil escenas, y hacer interpretaciones varias, pero estamos delante de un film que es mejor interiorizar cada uno, rellenar los huecos, y reflexionar sobre cada comportamiento de los protagonistas. Sólo me voy a tomar la licencia de destacar el momento "New York, New York", por la elección y las formas de exclarecernos tantas cosas en las vidas de los protagonistas.
Mi Puntuación: 9