Shame

Shame

Magnífica película idiota que intenta pasar por una producción de autor sesuda y trascendente, y en la que los que no son demasiado entendidos en cine o han visto menos del que debieran, se quedan un poco pillaos pensando “Mmmm, ¿será buena o mala pelí?”

Pues es mala, o menos que eso: es predecible, tonta, floja, no aprovecha los picos dramáticos que el argumento posee; la lucha dramática entre el protagonista -Fassbender- y la actriz Carey Mullligan es un mojón de proporciones épicas, y mira que podría habérsele sacado sustancia de la buena a poco que se girara un pelín el argumento.

El otro conflicto, el del protagonista con una fijación que no voy a destripar, se queda en la superficie, no se profundiza, el director de esta mierda decide apenas echar un vistazo breve a lo que debería poseer mucha, mucha más intensidad y fuerza. ¿Qué pasa entonces? Pues que al espectador le sabe a poco el problema, a tontería y a gilipollez tomando en cuenta los tiempos que corren.

La caída a los infiernos del protagonista también es tonta, estúpida y floja, muy floja. Las hemos visto mejores, más duras, intensas, artísticas…, coño, es que se queda absolutamente ñoña en todos los aspectos.

Michael Fassbender hace su trabajo, y ya es mucho, realmente. La actriz que hace la contraparte -la Mulligan- está incluso más creíble que el protagonista. Bueno, hacen lo que pueden dentro de esta tontería reflejada punto por punto en otras producciones con mucha más intensidad, arte, sensibilidad, acierto, tino y virtuosismo.

Si pagan por ver esta chuminá, lo lamentarán el resto de sus vidas. Palabrita del niño dió.

Por El niño sipote