Revista Cine
¿Historia o milonga? ¿Drama desgarrador o lánguido entretenimiento? ¿Provocativo o recatado?
Brandon es un atractivo neoyorkino que atrapado en la jungla de asfalto se dedica apasar el tiempo (como quien mata moscas) pasándose por la piedra todo lo que deja y puede y que entre arrimada y arrimada llena su ordenador y su casa de material guarrete.
Con la llegada de su frágil hermana Sissy (Carey Mulligan como has dejado que hiciesen una versión tan mediocre de New York, New York) no sabe como proseguir con sus tropelias y juntos empiezan a desmoronarse por sus miserias (y al ver las del otro, que majos oiga).
Cada uno sabe como anda su azotea y su moral y cualquier baremo es subjetivo pero esperaba (por los comentarios que me habían llegado de conocidos y de alguna que otra reseña) un retrato crudo y asfixiante sobre un treinteañero adicto al sexo y sobre su incapacidad de controlar su vida. Y ver una compleja relación de hermanos con una buena historia.
En contra de los pronósticos. Me he encontrado de bruces con una Patrick Bateman muy descafeinado, del que parece incomprensible que con el tren de vida que lleva y tomando consciencia de su problema (en la meca de los psicoanalistas y psiquiatras) no acabe por tomar cartas en el asunto y se apunte a una terapia.
Que su interpretación es buena es cierto, más de lo mismo se podría decir de Carey Mulligan ¿creíble? eso es bastante discutible, todo acaba resultando muy sobrecargado y excesivo, desde la actitud de la hermana hasta los diálogos que dice Fass/Brandon para ligarse a las chatis...(hay algunas escenas de ligoteo un tanto risibles por muy Fassbender que sea...).
Otro gran error que nos encontramos es la solución que decide McQueen para tan duro argumento que consiste en ir eternizando con planos secuencias escenas que no aportan nada y que te dejan con total indiferencia ante el drama de los personajes. Ya se puede poner las pilas Miguelito y eviatar a toda costa caer en las redes de Fassbender haciendo de Fassbender en la película tal o cual... Ya que de ahí a que te pongan la etiqueta de tío que solo sabe hacer de loco o tío que solo sabe hacer reír o aquel que solo hace bien de raro hay una línea muy delgada.
Nos os voy a echar la chapa y si queréis ver al caballero con un vestuario impecable y enseñando body os espera Shame y sus anodinos 99 minutos de duración que no sé hasta que punto harán despegar la carrera de su director Steve McQueen (aunque todo cine tiene su público).
Estos días hemos pisado bastante el cine, así que durante la semana iremos narrando nuestras aventurejas.
Cuatro wasabis decepcionados y el trailer.