ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.De la mano del inefable Pablo Arribas, mr. Pichurra para los amigos, nos llegaron noticias de la banda vallisoletana Sharon Bates y su hasta ahora primer lp de estudio “Dirigido Por Adam Smithee”. Por motivos personales, no hemos podido asistir ni al concierto que ofrecieron en el Café La Palma en septiembre del año pasado ni al de la sala Costello de diciembre de también 2015. Por ello hemos perdido una buena ocasión de comprobar el directo de esta banda, que por su producto en estudio debe ser algo cuanto menos prometedor.
El caso es que este cuarteto de Pucela, compuesto por Cristian Haroche como cantante y guitarra, Daniel Peñalba también como guitarra, Javi Hernández en el bajo y Sergio Villar en la batería, llevan en activo desde comienzos de esta 2ª década de siglo/milenio con una propuesta de rock directo y con muchos guiños al glam de los años 70 del pasado siglo.
“Dirigido Por Adam Smithee” se ha editado ya hace bastante tiempo y el grupo aún sigue apostando fuerte por el mismo con una actividad en directo de lo más solicitada y habiendo podido coincidir con grandes de siempre como Loquillo o Duncan Dhu y otras bandas más del sector independiente como los célebres Supersubmarina.
El único disco de larga duración hasta la fecha de Sharon Bates, que es el protagonista del artículo de esta semana como ya habrán comprobado, se compone de 11 temas bastante acelerados y enérgicos que cuanto menos suponen un aguijonazo a cualquiera que esté apoltronado y medio atontado en el sofá de su casa. Dispónganse a moverse, que arrancamos.
ANÁLISIS DEL DISCO.1. “Pierde el control”: Correcta apertura con “Pierde el control” la que disponen los Sharon Bates. Es un tema enérgico, pero sencillo de afrontar (habrá capítulos de carácter más bruto o agreste) que agrada en sus formas y sobre todo gracias a su estribillo que apuesta claramente por lo directo. La intensidad melódica es palpable y Cristian aporta con su forma de cantar ese toque glam que tiene la banda. Es vital comenzar un disco bien y Sharon Bates no pinchan en esta ocasión.
2. “Vértigo”: Es imposible comentar “Vértigo” sin mencionar su videoclip, grabado en 360º, les recomiendo que vayan a Youtube y prueben, ya que no resulta bastante habitual y aquí los Sharon Bates se anotan un punto a su favor. La canción es de los mejores temas del disco; lógico que se mereciera el honor del comentado videoclip. El vértigo se multiplica respecto a “Pierde el control” y también gana en sentido menos alegre, con una textura más concienzuda. “Dirigido Por Adam Smithee” de momento transcurre bien.
3. “Nena”: Es curioso como “Nena” cambia de ritmo tras sus primeros compases. Sin perder potencia en las bases sobre todo a cargo de Javi y Sergio, esta canción concede una especie de medio tiempo tras la aceleración y vértigo (el título a veces resulta apropiado) de los 2 primeros temas.
4. “Mil intentos”: Otro single, con videoclip en el que Cristian aparece con la cara algo ensangrentada al frente del grupo tocando en una especie de duchas alicatadas de lo que parece un gimnasio o centro deportivo. “Mil intentos” es otro hit facturado por Sharon Bates. Eso se aprecia en su estribillo, con la repetición de ese “tú me haces respirar” donde Cristian abunda en los agudos sostenidos y que llega de forma inmediata a la percepción. La melodía vuelve a ganar velocidad, aunque con una contundencia quizás levemente menor, apostando más por el ritmo.
5. “Lipstick rojo”: Melodía enojada, abrasiva y Cristian va en consonancia ya desde el comienzo con ese “Tú te crees que yo me chupo el dedo”. Una canción que en parte me recuerda a “Cientocero” de Supersubmarina, por su carácter malencarado y poco amable. Un puñetazo sonoro, lleno de brío y que supone sin duda el pasaje más intenso de “Dirigido Por Adam Smithee”.
6. “Robinson en Hyde Park”: Toca calmarse algo tras la sacudida de “Lipstick rojo” y Sharon Bates ofrecen una de las canciones más bonitas y delicadas del disco. Y es que quizás “Robinson en Hyde Park” sea una rara avis dentro del conjunto del lp, ya que Sharon Bates por lo general apuestan por lo potente. No obstante, el músculo melódico está presente en esta canción (claramente en su estribillo) y no carece de fuerza por mucho que su sentir sea mucho más amable.7. “No se lo digas a mamá”: No conviene desviarse en exceso y por eso retornamos al descaro y al glam. “No se lo digas a mamá” tiene acordes de factura funk que le ofrecen un toque apañado a ratos. Ya hemos comentado que nos perdimos las 2 últimas actuaciones del grupo en Madrid, pero estamos seguro que este es uno de los temas que más deben brillar en el repertorio sobre el escenario de los Sharon Bates.
8. “Bámbola”: Turno ahora para un pop medio con “Bámbola”, donde de alguna manera la banda hace una especie de alto en el camino del disco para afrontar el tramo final de la obra. Quizás sea la canción que más fácilmente se puede recordar del disco tras la primera escucha. Es fácilmente quedarse con ella y dejarse llevar por lo pegadizo de sus repeticiones y por ciertos acordes de guitarra geniales.
9. “Diecisex”: Sharon Bates vuelven a pisar el acelerador para ofrecer otro tema de factura vertiginosa como es “Diecisex”. Es una canción que cuando quieres darte cuenta ya ha terminado, ya que dura poco más de 3 minutos y medio y no frena hasta su final.
10. “Instinto animal”: El sonido se vuelve agreste y agresivo con “Instinto animal”. Esta canción, que rivaliza con “Lipstick rojo” como tema más contundente del disco, imprime mala leche y energía sobrada en el penúltimo escalón de “Dirigido Por Adam Smithee”. Hay algún leve parón o silencio, pero para arrancar de nuevo con toda la cascada de potencia sonora. Un tema que invita a desmelenarse en un concierto afrontando un buen pogo por ahí en mitad de la gente.
11. “El punto suicida”: Llegamos al final con “El punto suicida”. La canción más larga en duración del disco, superando los 5 minutos. En sus primeros compases resulta muy llamativo el increscendo melódico latente que desemboca tras el redoble de batería de Sergio. Ofrece cambios de ritmo interesantes entre estrofa y estribillos. Quizás, no solamente por su duración, sea la canción estructuralmente más compleja de “Dirigido Por Adam Smithee”. No la considero un cierre desacertado, funciona en esta posición.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.Los Sharon Bates tenían previamente un EP “La Tercera Guerra Mundial”. Con su primer LP “Dirigido Por Adam Smithee” han sellado un álbum nervioso, eléctrico y de vértigo. Vértigo es la palabra que más me viene a la mente para definir sintéticamente el trabajo del grupo en este disco y puede que uno de sus temas relevantes se titule así tenga que ver. O no.
Editado en 2013, ha supuesto al grupo un buen resultado en lo que se refiere a actividad de conciertos, que es lo que permite a un grupo subsistir a día de hoy. Más allá de su gira propia, la cual ha sido muy extensa, destacan citas como haber tocado ya en el Sonorama, festival castellano de referencia actualmente, y haberse codeado con grandes artistas como ya hemos mencionado en la intro.
En este pasado 2015 ha habido un apéndice para “Dirigido Por Adam Smithee”, disco de portada llamativa, con esa especie de camarera de bar americano de los años 60 de expresión cariacontecida. El apéndice ha sido el EP “#En Directo Estudios Idemm Madrid” en el que ni más ni menos que el grupo se ha atrevido con una versión de “Amante bandido” de Miguel Bosé; una notable versión que les recomendamos que escuchen. Es respetuosa con la original y salen airosos del reto apostando por unos notables cambios de ritmo en la misma (lenta en estrofas y acelerada en estribillo).
Se divertirán escuchando este disco. Les sacudirá y les supondrá un espolonazo para que despierten. Adecuado para escuchar en esas mañanas en las que cuesta arrancar y afrontar los días o para ponerse a tono antes de salir de juerga un fin de semana.