She likes homos, not me, de Naoto Asahara y Akira Hirahara

Hace ya un par de semanas me crucé en Twitter con este anuncio de la editorial Planeta. Se trata de la novela en que se basa el manga que hoy reseño. Me picó la curiosidad tanto el argumento como las críticas que estaba levantando. Quise ver por dónde iba realmente la historia y, aunque no quede bonito decirlo, el manga está completo por scans, así que allá que fui. Había puntos de la trama que me mosqueaban y me temía que, si me gastaba el dinero, iba a ser un desperdicio porque no lo iba a conservar. Veamos al finalizar la reseña si sigo con esa idea o no.

Cabe mencionar que el autor, Naoto Asahara, falleció el pasado 16 de julio. DEP.

Argumento Jun Andô es un estudiante de instituto gay que no se ha atrevido a "salir del armario" y vive escondiendo su orientación sexual en una sociedad tan homófoba como lo sigue siendo la japonesa.
Un día, mientras hacía tiempo hasta encontrarse con su amante, Makoto, un señor casado y con un hijo de más o menos su edad, se cruza con Sae Miura. Para vergüenza de la chica, la pilla comprando un BL bastante explícito. Aunque en un primer momento le dice que es para su hermana, le acaba confesando que es para ella y admite que es lo que se conoce como "fujoshi", una fan extrema del género. Sae le pide que no diga nada en clase y, a cambio, él le pide el tomo para curiosear.
Este encuentro accidental marcará un punto de inflexión en la vida de Jun. "Quiero enamorarme de alguien del sexo opuesto y tener hijos. Quiero formar una familia con la que tenga lazos sanguíneos. Quiero alcanzar la felicidad normal y corriente". Reseña El primer problema de la serie es el título, no tiene sentido con la trama. Sí, a ella le gusta el BL, así que tiene interés por los homosexuales y, seguramente por ello, les respeta más que muchas personas de la sociedad japonesa, si bien cae en la fechitización de sus relaciones, pero lo cierto es que se enamora de Jun sin saber que lo es. Esto es algo evidente desde el principio, no os destripo nada, así que resulta incongruente. Por otro lado, también el uso de "homos" es despectivo, pero esto es una cuestión que el propio manga acaba tratando.
De todos modos, el gran problema de esta historia es que te fuerza a sentir pena por personajes que son, simplemente, odiosos. Por supuesto, es comprensible el miedo de Jun a ser descubierto como gay, el deseo de ser visto como alguien "normal", pero eso no justifica muchos de sus actos. Es cruel con Sae, con su mejor amigo y con su madre. [Destripe] Personas que, en cuanto lo descubren, no dejan de apreciarle y apoyarle en cuanto tienen algo de tiempo para encajar las piezas [Fin de destripe].
No obstante, Jun no está solo entre los personajes terribles. Quizás lo hayáis intuido (o ni se os ha pasado por la cabeza) al leer el argumento, pero Makoto... se siente atraído por su propio hijo, de ahí que Jun sea un sustituto muy adecuado por edad. Y el chico lo sabe. Jun se lía conscientemente con un hombre casado que desea a su propio hijo. Por si la enorme diferencia de edad no fuese ya bastante turbia de por sí...

Si esta historia pretende normalizar la homosexualidad en Japón y mostrar que no son los depravados que muchos piensan que son, hace un trabajo terrible. A Jun y Makoto se le suma la historia de otro homosexual que, aunque no me creáis, me parece incluso peor que la anterior, no tanto por el personaje como tal sino por su pareja a quien no se llega a conocer. "Mr. Fahrenheit" es el nick que usa un gay que tiene un blog donde habla del colectivo y, además, toca el tema del VIH, pues es portador. En cierto momento de la serie, le cuenta a Jun su historia completa y es horrible. [Destripe] Este chico se enamoró de su primo mayor que él y que ya tenía el virus (si bien es cierto que no eran conscientes), tuvieron sexo sin protección una vez y se lo contagió. Su primo murió como consecuencia del mismo. Al final de la serie se descubre que de "Mr." había poco, pues es un chico que no había cumplidos los 15 años mientras su primo era... ¿veinteañero? Es decir, incesto, sexo con un menor y conductas de riesgo [Fin de destripe]. De verdad que pensando en el conjunto de la serie, el retrato es tan nefasto que mejor que no lo lean quienes sean homófobos, pues lo único que hará será darles munición.
No sé cómo de mala es a día de hoy la situación homosexual en Japón. Entre lo del VIH y los prejuicios tan grandes que hay, no parece una historia contemporánea. Si le quitamos los ordenadores con internet o los smartphones, podría situar la historia en los años '80. Si es así de horrible, se entiende que todavía muchos no se atrevan a "salir del armario". Sin más información, por aquí poco puedo añadir salvo que eso no es excusa para lo tóxicos que son prácticamente todos. 
Me parece una pena de oportunidad perdida porque con las reflexiones de la obra y el dolor que por supuesto padecen Jun o Mr. Fahrenheit (Makoto debería estar en prisión) se merecían algo mejor. Se tocan temas tan poco vistos como el VIH (aunque ya digo que el enfoque parece de los años '80) o tan duros con el suicidio, además de la homofobia de la sociedad pero también la homofobia interna del propio protagonista. Pero si se trata todo esto al mismo tiempo que se blanquea temas MUY turbios de los que precisamente el colectivo lleva años intentando desmarcarse, se pierde todo lo que aporta. En fin, al menos así lo veo yo. Es una serie que ha gustado mucho por las reseñas que he visto, así que si os interesaba un poco, no lo descartéis sólo por mi opinión.
En todo caso, mi visión es de feminista y, como tal, sí que puedo hablar de cómo en la serie se minusvaloran e ignoran a las mujeres y sus sentimientos. Lo de homosexuales que se han casado con mujeres para ocultar que lo eran, incluso teniendo hijos con ellas, manteniendo amantes, es una historia muy vieja. Jun va por ese camino en el planteamiento de la historia. Ve que le gusta a Sae y lo usa para aparentar "ser normal". Las historias de estas mujeres, sus sentimientos, nunca han importado. Al final todo gira alrededor de ese sufrimiento de él y cómo, en el caso de Sae, encima de las mentiras y el engaño (porque cuando empiezan a a salir, Jun no deja de ver a Makoto) debe acabar perdonando, aceptando y defendiendo a un pobre egoísta sin que se ponga en valor su dolor. Y eso sin pensar en la esposa de Makoto, que vive ignorante a todo.

Por otro lado, el manga se centra mucho en la parte masculina del colectivo. Las lesbianas, qué sorpresa, apenas son nombradas ni consideradas en todo este tema que se plantea. Sí que aparece una, Kate, que regenta una cafetería donde su clientela es homosexual. Aunque se muestra como un apoyo de Jun, me sorprende que sea tan favorable a su relación con Makoto. Quiero pensar que, por lo menos, no sabe nada del tema de su hijo...
En la serie tiene mucha importancia Queen y su cantante, Freddy Mercury. Los temas acompañan a Jun en cada capítulo y es un referente para él. Sin embargo, tengo entendido que era bisexual y tuvo parejas masculinas y femeninas, pero aquí se insiste en que era gay. La homofobia está mal, pero parece que la bifobia y la invisibilizarían de esta realidad no es tan importante.
En definitiva, un manga que quiere hablar de la horrible homofobia que aún existe en Japón pero falla estrepitosamente porque blanquea lo más turbio que siempre se ha asociado a los homosexuales, lo que sólo reforzará los prejuicios que muchos tienen. Mucho drama e intensidad que no me ha llegado porque es difícil empatizar con personajes tan odiosos, egoístas y crueles.