Como ya he comentado en otras ocasiones tengo la sana costumbre de leer o ojear diariamente un buen número de diarios, incluyendo algunas portadas de los principales diarios extranjeros. Y fue en el día de ayer (2/2/2016) que me encontré en la portada del Financial Times un pequeño comentario acompañado de una fotografía, que reproduzco a pie de página, que me ha llevado a escribir lo que paso a comentar.
Con mi bajísimo nivel de inglés entendí que en la portada del Financial Times se decía algo así como que “los nigerianos buscan ser pagados o gratificados por Shell por los derrames de petróleo” y “Shell se enfrenta a una batalla legal”. Lo que me ha llevado a buscar más información al respecto, pero sabiendo que ya hace tiempo que se viene denunciando como más de un oleoducto de las grandes multinacionales del sector de los hidrocarburos han contaminado grandes extensiones de terreno con sus fugas y vertidos.
La noticia en cuestión es que dos comunidades de pescadores del delta del Níger, Bille y Ogale, han presentado sendas demandas contra el gigante anglo-holandés de los hidrocarburos por la destrucción del ecosistema que les servía de sustento, a través de un bufete de abogados londinense.
Que las dos comunidades que han presentado un nueva demanda contra Shell hayan elegido al mismo bufete de abogados no tiene nada de casual, pues dicho bufete es el mismo que llevó el caso de la comunidad nigeriana Bodo y que a principios del pasado año consiguió un acuerdo extrajudicial por el cual la empresa petrolífera se comprometía a pagar, por los graves vertidos realizados en la zona, 55 millones de libras esterlinas a los 15.600 pescadores afectados por acabar con su medio de vida.
Pensemos que cuando se llevó ante los tribunales el caso de la comunidad Bodo los diferentes documentos que se acabaron haciendo públicos, correos electrónicos e informes internos, demostraban que altos cargos de la empresa habían expresado ya en 2001 su preocupación por la necesidad de sustituir oleoductos en el delta del Níger, afirmando que en algunos tramos había “riesgos y peligros importantes”.
Shell había afirmado en reiteradas ocasiones que el volumen de los vertidos que afectaron a la comunidad de Bodo era de 4.000 barriles de petróleo, mientras que las pruebas periciales acabaron demostrando que el volumen de los vertidos en la región había sido de más de 500.000 barriles.
Las grandes empresas petrolíferas llevan demasiado tiempo campando a sus anchas sin respetar el medio ambiente, la soberanía de los países con los que tienen acuerdos de explotación del crudo que extraen o por donde pasan sus oleoductos, ni respetando la salud de las personas que podrían verse afectadas por la contaminación por ellos generada.
Vivimos en un mundo atroz donde unas pocas multinacionales tienen patente de corso para hacer y deshacer a conveniencia y sin que hasta hace poco tuvieran que rendir cuentas ante nadie, entre otras cosas porque estas mismas multinacionales son las que han controlado y controlan la economía mundial, así como a la mayoría de gobiernos, imponiendo dictadores o financiando a los partidos de las principales democracias mundiales.
Y el poder de estas empresas es más que evidente viendo a modo de ejemplo la poca difusión que se le ha dado en los medios a una noticia de esta importancia. Una noticia que si la buscamos en la red la encontraremos en la página de Amnistía Internacional y poco más.
MSNoferini