El televisivo Jared Harris se hace con un rol pensado para Brad Pitt.
Que no cunda el pánico. Sé que las expectativas estabas tremendamente altas al respecto del actor que iba a encarnar a la némesis de Holmes en la secuela. Habíamos oído rumores que situaban a estrellas como Day-Lewis o Gary Oldman pero finalmente el rol se va para la tele. Y no me parece una mala noticia. Me explico.
A muchos os sonara el particular careto del amigo Harris (Bejamin Button, La joven del agua), pero los seguidores de Fringe seguro que le recuerdan como el preso capaz de saltar en el espacio, un personaje absolutamente inquietante y central en la primera temporada. Otros le racionarán el estirado colega ingles de Don Drapper en Mad Men, serie que ha ganado unas décimas (mas puntos es imposible) con su fichaje y que nos ha sorprendido recientemente con una de las mejores borracheras televisivas.
A Sherlock Holmes 2 no le hacia falta ningún villano de renombre para arrasar en taquilla, así que la opción de apostar por un valor seguro de la pequeña pantalla sirve tanto para ahorrar costes como para darle la oportunidad a un actor que se merece dar el gran salto. En definitiva. Buenas noticias.
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