Revista Cultura y Ocio
Él se aparece en sus sueños, cuando es más vulnerable a sus conmovedores toques y ardientes besos. Bebe su sangre y la une a él de maneras que ningún amante mortal jamás podría… pero Morrigan no quiere creer que su hogareño bebedor de sangre es algo más que un producto de su necesitada imaginación. Morrigan quiere liberarse de su adicción a la criatura altamente sexual que sólo conoce como Az.
Pero Az tiene otros planes… y esperará a que pronto Morrigan caiga profundamente bajo su hechizo si quiere llevarla de regreso a su mundo… para hacerla su compañera por toda la eternidad.Aquí