Hoy quiero contaros un secreto. Algunas noches sin luna, cuando el mundo duerme, rescato el baúl que tengo oculto bajo la cama, me visto con mi uniforme escolar y mi túnica, me armo con mi varita (ligeramente elástica, de madera de ojaranzo y fibra de corazón de dragón) y me dirijo volando con mi escoba hacia la Madriguera, donde me espera mi familia bloguera. Generalmente no nos tomamos fotos con nuestra indumentaria mágica para que los muggles no nos descubran, pero el pasado Halloween hicimos una excepción. Salimos así de guapos (♥):
Para que después nos digan que no existe la magia… ¡JA!