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En esta celebración participan niñas de entre 3 y 7 años, y niños de entre 3 y 5. Una de las razones principales es porque son considerados números de la buena fortuna. Luego de llevar a los niños al santuario, los padres también les regalan unos caramelos con forma de bastón llamados Chitoseame (千歳飴) lo cual significa "caramelo de los mil años". Estos caramelos vienen dentro de una bolsa de papel que tiene dibujos de tortugas y grullas, debido a que estos animales simbolizan la longevidad. Por ende este regalo es para que los niños tengan vidas largas y una buena salud.Uno de los santuarios más visitados durante la fecha es el Hie Jinja (日枝神社) ubicado en Akasaka, Tokio. Cada año concurren más de 3.000 familias para celebrar el Shichi-Go-San.