Shinel - 1959

Director: Aleksey Batalov

El protagonista de "La dama del perrito", aquella película dirigida por Iosif Kheifits y basada en una historia de Chejov, es Aleksey Batalov, y averiguando un poco sobre él, encontré que también fue director de tres películas, siendo la primera esta que comento ahora mismo, "Shinel" ("El abrigo"), basada a su vez en una historia corta de otro grande de la literatura rusa (que tampoco he leído, por supuesto, pero es mi deber informar), Nikolai Gogol. Su tercer largometraje lo basa en un libro de Dostoievski, por mencionar un dato más."Shinel" nos cuenta la historia de Akaki Akakiyevich, interpretado por Rolan Bykov, simple y empobrecido empleado de una oficina, dedicado a copiar los documentos que le encarguen. Vive en una miserable habitación de una miserable pensión y, lo que es peor para él, tiene un abrigo que lo convierte en el hazmerreír de sus colegas, debido a lo gastado de la tela, por lo que no tarda en decidir comprar uno nuevo, pero como no tiene dinero, debe dedicarse a ahorrar, lo que consiste en, básicamente, vivir aún peor: no comer tanto, no usar tanto la calefacción, etc. En todo caso la vida de Akaki Akakiyevich no es fácil ni cuando tiene su mugroso abrigo, recibiendo las burlas y menosprecios ajenos como se ha dicho, ni cuando logra conseguir otro nuevo, constatando la hipocresía circundante (compañeros que ahora lo invitan a sus eventos sociales aunque poco lo tomen en cuenta en los mismos) y la miseria de otros aún menos afortunados que él, también buscando abrigo (sea metafórico o sea la codiciada vestimenta), pero prefiriendo otros métodos al trabajo para conseguirlo. Y la justicia no funciona, y los policías no funcionan, y la verdad no le sirve, y ser responsable no le sirve, y abrigo o no abrigo está condenado a ser un pobre peón muerto de hambre y muerto de frío. La película está narrada en clave comedia (no deja de ser una sátira, una crítica social independiente de cómo se interprete tal o cual cosa), como una sucesión de desventuras y desgracias, pero no deja de ser una historia terriblemente trágica que se sitúa justo en la desigualdad y en la injusticia. Una crítica, desde luego, a la arrogancia y la superfluidad de las autoridades y de los "nobles" de clase alta o los arribistas que pretenden serlo, enfundados en sus lujosos abrigos, mientras otros no pueden ayudarse mucho porque el calor humano, lamentablemente, no paga las cuentas.
Batalov, acertando en el tono y en la dirección de actores (mostrando miserias y mezquindades, pero sin caer en lo meloso, en lo lastimoso), sin alcanzar alturas de cinematografía como para rasgar vestiduras (Batalov no es, digamos, Kheifits), sí demuestra tener buen gusto e inteligencia para la creación de imágenes y la ejecución de la puesta en escena, nada de convencional y sí muy hábil dentro del espacio, manejando sin problemas el ritmo del relato, bien estructurado en sus tres partes más reconocibles.
En definitiva, "Shinel" es una película muy bien dirigida, muy bien narrada y que como comedia o sátira también se permite contar una historia tan humana (sutilmente profunda) como socialmente crítica (disimuladamente feroz). Totalmente recomendable.