Shock hipovolémico provocado por traumatismo
Un shock circulatorio representa un flujo sanguíneo inadecuado generalizado por todo el cuerpo, hasta el grado en que los tejidos sufren daños por la escasez del flujo, en especial por la escasez del oxígeno y de otros nutrientes aportados a las células tisulares. Hasta el propio aparato cardiovascular (musculatura cardíaca, paredes de los vasos sanguíneos, sistema vasomotor y demás componentes del sistema circulatorio) comienza a deteriorase, por lo que el shock, una vez que comienza, es propenso a empeorar progresivamente.
En los casos de shock hipovolémico grave, la muerte puede producirse aun con atención médica inmediata; y quizás prevenirlo sea más sencillo que tratarlo una vez ocurrido.
Una de las causas más frecuentes de shock circulatorio es un traumatismo corporal. A menudo, el shock es consecuencia, sencillamente, de la hemorragia provocada por el traumatismo, pero también puede producirse sin hemorragia porque una contusión extensa del cuerpo puede dañar los capilares lo suficiente como para permitir la pérdida excesiva de plasma hacia los tejidos, con lo que el volumen de plasma disminuye mucho y se produce el consiguiente shock hipovolémico.
Aunque se ha intentado investigar los factores tóxicos liberados por los tejidos traumatizados como una de las causas del shock después del traumatismo, no se ha podido demostrar significativamente la participación de estos elementos.
Por lo tanto, al parecer, el shock traumático es consecuencia principalmente de la hipovolemia, aunque podría haber un grado moderado de shock neurógeno concomitante, provocado por la pérdida del tono vasomotor.