Otra obra de teatro impactante que leí hace ya un año, aproximadamente. No me gustó tanto como Esperando a Godot o Top Girls pero las siguió de cerca.
La obra se divide en catorce escenas en las que los temas del consumismo, las drogas, el sexo y el amor salen a relucir. Se trata de ellos de una forma brutal que hacen que el lector piense en lo que está leyendo y que perdure en su mente, le dé vueltas y de esta forma llegue a una conclusión. Creo que este tipo de teatro lo que quiere es eso: producir en la audiencia un bofetón para despertarle y que tenga conciencia crítica.
De hecho, ahora que me acuerdo esta obra estaba dentro del conocido como teatro "In-yer-face" que básicamente significa eso: mira esta barbaridad, sorpréndete, pero que sepas que las cosas son así. Tengo que reconocer que el teatro me encanta pero si ya es teatro alternativo, me apasiona. Recuerdo que el lenguaje que se emplea es obsceno, hay imágenes de sexo duro, escenas muy tristes en las que se vende literalmente a las personas, insultos, drogas... pero detrás de todo este caos el autor quiere lanzarnos un mensaje relacionando las relaciones amorosas y el consumismo. cómo todos podemos llegar a ser productos.
Teniendo en cuenta que en Inglaterra en esos momentos el clima político estaba revuelto con la Thatcher de por medio, la sociedad consumista en auge... el autor creo que quiere hacer hincapié en lo desprotegido que se encuentra el pueblo en el que se les ve como meros consumistas, no como personas y lo representa muy bien tanto con el título "Comprar y f***ar" como con los protagonistas que solo piensan en eso, no se sabe nada de sus vidas o familias y son seres fragmentados.
Bueno, dejo ya de teorizar... como veis me gusta mucho el teatro postmodernista, que te haga pensar y ver más allá de lo que captas en una primera lectura. No sé si os gustará este género pero si tenéis alguna sugerencia de algún título, soy toda oídos.
Nota: 7
Lo mejor: El trasfondo de la historia, lo bien construida que está y lo bien que cumple su propósito: asombrar al lector.
Lo peor: Hay escenas duras de leer.