Llevo todo el día estudiando, todo el día bajo la luz de los focos que calientan mi cabeza. Leyendo, subrayando, manchándome, cabreándome porque la línea no me ha quedado recta… Uh una mosca, uh un ruido, uh una pelusa… Distrayéndome cómo tal bebe que ve por primera vez un guau guau. No podría decir lo tonto que me siento a la hora de estudiar, además es que es totalmente extraño, ¿sentirte tonto estudiando? Bueno, si le das mil vueltas a lo mismo, te distraes, y piensas… ¿Qué he leído las últimas veinte páginas? No me acuerdo. Solamente piensas las ganas que tienes de salir de ese examen que encima es tipo test, si, mi universidad es tan “magnífica” que hace exámenes de redacción tipo test… ¿será de rellenar hueco con opciones? Aquí un ejemplo que me imagino yo:
El perro hace ____ cuando ve a su dueño (elija la palabra que va en el hueco):
a) Guau
b) Muu
C) Pio pio
Os aseguro que más de un profesor diría la opción C. Otra cosa que me toca la moral, es cuando los personajillos estos, te dicen: tenéis que hacer cruces no círculos, si hacéis círculos no daré como buena la pregunta. Espera un segundo, ¿no estoy lo suficientemente concentrado para hacer el examen que encima tengo que pensar en hacer cruces en vez de círculos? ¡Como si hago corazones en cada pregunta y termino con un XOXO! ¡Me parece la pera limonera!