Antes del nacimiento oficial del rock, hubo pioneros que anticiparon las característicos de este estilo. Tennesse Ernie Ford fue uno de ellos, y con Shotgun Boogie –25 semanas en las listas, tres de ellas como número 1–, triunfó por todo lo alto.
Este “boogie de la escopeta” presenta una letra muy divertida: el protagonista ve un conejo y una ardilla haciendo estropicios en su jardín. Va a buscar su escopeta, pero se encuentra con una chica y, con el fin de utilizar su escopeta, se van a los arbustos a disparar “grandes palomas”. La chica le dice que debería conocer a su padre porque también tiene una escopeta que está siempre cargada. Cuando aparece el padre, dispara con su rifle (“ningún cazador de arbustos va a quedarse con mi hija”) y el protagonista se va corriendo, pero promete volver cuando al padre se le acaben los casquillos.
Escuchemos primero a nuestro autor, Tennessee Ernie Ford.
Ahora, una grabación radiofónica de Hank Thompson en 1952.
En 1991 la discográfica Bear Family Records sacó una antología llamada Johnny Horton: The Early Years, en la que nos brinda esta otra versión.
En el accidente aéreo en el que murió Patsy Cline también falleció Hawkshaw Hawkins. ¿Lo escuchamos?
Un galés, Shakin’ Stevens, también se atrevió con ella.
Ahora, un artista no tan conocido, Jesse Lee Turner, en 1962.
En 1995 Don Walser la versionó acompañado por grandes instrumentistas de fiddle, steel guitar, piano y percusión.
Ya en nuestro siglo, Chris Scruggs, nieto del virtuoso del banjo Earl Scruggs, y su grupo BR549, nos regalaron este directo en el Grand Ole Opry.