Tras la incuestionable victoria ante el equipo de Manolo Preciado el pasado miércoles por 4-0, el Atlético de Madrid confirma que ha fichado una verdadera joya en ataque. Radamel Falcao trituró a la defensa del Sporting con dos goles, un gol en propia de Alberto Lora que provocó, un gol anulado injustamente y un penalti que Iturralde no consideró como tal. El Sporting encadena cuatro derrotas en cuatro jornadas. Mucho tendrá que mejorar si quiere igualar el décimo puesto de la pasada temporada y no jugar al año que viene en segunda.
Por otra parte, el Atlético demostró que este año se siente bien poseyendo el balón, sin las prisas de otros años por mandarlo a los de arriba para que ellos mismos fabricaran el gol. No. Este vez hay fútbol en el medio del campo, las jugadas se elaboran, el balón pasa por los pies de Arda y Diego principalmente, para que remate a placer Falcao. No son jugadas aisladas de Kun, Forlán o Reyes, y se ha notado en los cuatro partidos de liga.
Sin embargo, esta nueva forma de jugar, seguramente bien recibida por todos, yo el primero, puede ser un arma de doble filo mañana contra el Barça. El Atlético quiere el balón. Se gusta. Lo necesita para abrir las bandas y centrar a Falcao para que remate. Pero el Barça también lo quiere, y resulta que es el equipo que mejor maneja este estilo del mundo. En mi opinión, el método que mejor funciona contra el Barcelona es el clásico contragolpe de toda la vida que ha manejado el Atlético (aunque llevemos diez años sin jugar a nada, pero era nuestro santo y seña). Hay jugadores para aguantar y que a la mínima salgan Reyes y Salvio como puñales, aunque imagino que el plan de Manzano será jugar como hasta ahora, intentar tener el balón. Es una estrategia muy loable, pero el Arsenal ya lo ha intentado varias veces y ha salido escaldado. Lo lógico será que el Barça domine la posesión. A pesar de ello, dos tropiezos en cuatro partidos del rival y un Atlético al alza son premisas más positivas que las de años anteriores. En los Barça-Atleti todo puede pasar, lo único seguro es que habrá espectáculo.