El artista castellonense Carles Santos transgrede su obra cada vez que inicia una nueva; original e iconoclasta, este "multipianista" incansable goza de una salud escénica envidiable, todo ello a través de una constante creatividad que ha compartido con instituciones de la talla de John Cage o Pere Portabella. Así, su obra procura mantener el emblema de menos es más, sobretodo en revisiones de clásicos europeos para Rossini o Bach ("El compositor, la cantante, el cocinero y la pecadora" y "La pantera imperial" respectivamente) o "Chicha Montenegro Gallery", donde sugiere 42 formas de matar a un cura -de sus obras más recientes y aplaudidas-, que no dejan de ser todas ellas evocadoras de un universo propio, como en el caso de su última pieza, Els urinaris públics europeus -Schubertnacles humits- una orgía musical donde las emociones del compositor austriaco Franz Schubert ("El viaje de invierno"; "La sinfonía inacabada" o "La sonata nº2 para violín y piano") son retransmitidas a través de la voz en OFF de Josep Ferrer, cosificada en un altavoz-tótem de tres metros de altura que tiene necesidades humanas un tanto irreverentes (cantar, miccionar, devorar una manzana) por donde deambularán una serie de personajes a modo de intrusos: la actriz Queralt Albinyana; la violinista Cati Reus; la directora de orquesta Dolors Ricart e incluso el propio Santos, éste último acompañado de su inestimable y deconstruido piano en favor de un personaje más.
Si te perdiste las dos representaciones de los pasados 19 y 20 de noviembre en el Teatro de Salt (dentro de la programación del Festival de otoño de Cataluña "Temporada Alta") tienes otra oportunidad en el "Teatre Lliure" de Barcelona el próximo mes de junio.
Tan sólo una recomendación; si puedes responder fácilmente a la pregunta:
- Pots orinar i cantar Schubert al mateix temps?
(¿Puedes orinar y cantar Schubert al mismo tiempo?)
no te olvides de "hacer de todo" antes de entrar, la obra es altamente sugestiva y lo mejor que te puede pasar es que te dejes llevar.