¡Sí!

La vida de padres es un cuestionamiento y aprendizaje continuo. Dudamos, nos equivocamos, acertamos y volvemos a empezar. Lo que en un momento nos pareció muy bien ahora nos parece mal o peor. En realidad creo que en la vida tanto en la faceta de padres como en general cuestionarte te ayuda a ser mejor. Hace un tiempo escribí un artículo “¡no!” con el que estoy de acuerdo pero que se puede malinterpretar. Creo que decir “no” a los niños y marcar límites es esencial pero creo también que a veces abusamos del “no” y nos pasamos. Esta es nuestra humana dicotomía.

En la vida con los niños una palabra se impone, se acelera y vuela más rápido que las otras: ¡no! Estamos continuamente explicando cosas a nuestras hijos, reglas y en muchos momentos antes de pensar, incluso de escuchar soltamos un no. Como he dicho, claro que un no es necesario pero me parece también igual de necesario e importante un sí. ¡Sí, tengo tiempo para ti!, ¡Sí, estoy mirando como bajas del tobogán! Son situaciones de la vida cotidiana que para los niños son muy importantes.

Cuando miramos a los ojos a nuestros hijos, nos ponemos a su altura, les decimos que sí, podemos construir momentos mágicos de situaciones normales. No se puede prescindir del “no”, pero se puede pensar que hay momentos en los que el “sí” tiene una oportunidad y hay que dársela.

¿Hemos dicho hoy muchas veces “sí” a nuestros hijos? ¿Hemos dejado el ipad, el móvil para escucharlos claramente? ¿Había posibilidad de cambiar algún “no” por un “sí”?