Hay mitos y leyendas urbanas en temas de construcción y decoración que están tan extendidos y arraigados entre nosotros que a veces no nos dejan ver más allá. El papel de pared pintado si puede usarse, y se debe, en las cocinas.
Que no os engañen u os quiten la idea de la cabeza, si lo que queréis es empapelar vuestra cocina (o vuestro baño que podría incluirse en esta categoría de ‘antis’ igualmente), ¡hacedlo! La revolución y los avances no sólo han llegado a los aparatos tecnológicos y los coches como muchos puedan creer, en materiales de construcción también ha habido muchísimos avances incorporando ingredientes y técnicas a la fabricación de muchos productos haciéndolos válidos y duraderos para muchas estructuras y superficies.
El papel de pared pintado puede encontrarse en multitud de estampados y colores, pero no sólo eso, algunos son lavables, tienen gran resistencia a la luz, son difícilmente inflamables, etc. etc. sus características los hacen estar a la altura de otros revestimientos más tradicionales en cocinas y baños.
Al disponer de tantos modelos en el mercado, que también pueden quitarse fácilmente en seco o mojado, su uso nos permite cambiar a menudo el aspecto de las paredes sin enfrascarnos en sucias y molestas obras como resultaría de cambiar azulejos o baldosas por ejemplo.
Mirad que mona esta cocina con ese papel de copas, bueno, todo el pisito, porque el dormitorio es también ideal : ¡feliz miércoles!
Vía: Alvhem