Cuántas veces ha sucedido que después de haber terminado una intensa jornada en bicicleta, has tenido cierta necesidad de beber una fría cerveza. Sin embargo, hay ciertos mitos que te pueden llegar a reprimir; pero, recuerda que, al consumir casi cualquier cosa en la justa medida, puedes emplearla para ayudarte en el desarrollo de tu entrenamiento.
Propiedades de la cerveza
En particular, la cerveza, según varios especialistas (tal como afirma el profesor de fisiología del INEFC -Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña-, Joan Ramón Barbany) es un isotónico natural. De tal forma, si después de una intensa sesión de ejercicios físicos, en dónde se produce la oxidación de células y se conforman los radicales libres (elementos que además de producir fatiga, pueden provocar daño muscular), se ingiere una cerveza, obtienes un magnifico rehidratante, además de producir un gran efecto de antioxidante; esto gracias a que en la bebida se encuentran elementos como lactosa, glucosa, vitaminas, sales minerales, agua y polifenoles.
Pero esto no es todo los que puedes obtener al ingerir una cerveza, ya que algunos otros de los elementos que puedes aportar a tu organismo son el magnesio y potasio (par de minerales que es común su perdida mientras se realiza alguna actividad deportiva), junto a vitaminas del grupo B, silicio biodisponible y fibra soluble.
Cuando beber una o dos cervezas por día
Ahora bien, el consumir una cerveza también debe de realizar en el momento preciso, para sacarle mejor provecho. Y es que, algunos de los aspectos por considerar es lo referente al alto contenido en gas de la bebida; por lo cual, a menos que desees sentir la constante sensación de rugidos en tu estómago, lo mejor es consumir después de haber culminado tu sesión de entrenamiento o al final de un evento.
En tanto, si lo que privilegias el sabor y el aroma, no tomes y bebas una cerveza directo de la lata. Ya que, según los mismos expertos, lo mejor es escanciar sobre un vaso de cristal (jamás de plástico), permitiendo que se conformen al menos un par de dedos en espuma. Y es que más allá obtener cierto estilo, esta forma de servir ayuda a obtener un tipo de barrera que permite conservar todas las propiedades de la bebida.
Finalmente, aunque todavía se encuentran realizan investigaciones sobre sus demás efectos, la cerveza también podría provocar cierto efecto alcalino, con lo cual se tendría la capacidad para poder disminuir las molestias que se derivan de realizar alguna práctica deportiva en la más alta intensidad.
Pero, recuerda que al igual que todo, su consumo se debe realizar en la justa medida. En tal forma, si sobre pasas un consumo entre los 330ml y los 400ml (entre una o dos cervezas), el máximo recomendado por día, puede obtener efectos contrarios a los que requieres (aunque, si las bebes sin alcohol, y no es un inconveniente para constantemente en el baño, podrías tomar todas las que desees).
Algunos otros beneficios de la cerveza
Para culminar, según algunos recientes estudios, la cerveza de igual forma podría aplicar como un tipo de medicamento. Sobre todo, debido a sus ingredientes (compuestos principalmente de malta, agua, levadura y lúpulo) que logran brindar la mezcla perfecta para tener una muy buena salud.
Sobre todo, se hace mención que debido a los polifenoles y flavonoides que se encuentran en la mezcla, son elementos útiles que permiten prevenir y combatir algunos tipos de cáncer y distintas enfermedades degenerativas (como son el Alzheimer, el Parkinson y la arteriosclerosis). Esto último de acuerdo a lo expuesto en el IV Simposio sobre Cerveza y Salud, por el Dr. Norbert Frank, llevado a cabo en Bruselas.
Inclusive, el lúpulo proporciona efectos digestivos, antibióticos y sedantes; sin dejar de lado que es una gran fuente antioxidante.
Te recordamos que en MerKaBici puedes hallar toda una serie de productos nutrimentales para la práctica del ciclismo, por lo cual te invitamos a consultar las ofertas que son publicadas por tiendas y particulares.
Imágenes de Tumblr.com