La glotonería ¿es una enfermedad? ¿Se puede diagnosticar el comer mucho? Pues parece que es la última tendencia en disease mongering o tráfico de enfermedades. El mercado a potenciar es el de las anfetaminas que es lo que se receta a estos “enfermos”. Comentamos.
En el ámbito anglosajón lo llaman big eating lo que para nosotros es la “compulsión alimentaria” o “apetito desenfrenado”.
También podría ser la glotonería, algo bastante dado en nuestro país de rica cultura gastronómica mediterránea pero en el que solemos comer demasiado. Eso sí, de ahí a que estemos “enfermos” de ello va un trecho.
Es lo que se plantea en un buen reportaje de New York Times, que trata sobre la compañía farmacéutica Shire y cómo intenta promocionar los atracones como una enfermedad susceptible de ser tratada con uno de sus fármacos, Vyvanse, claro.
Resulta que la Asociación Americana de Psiquiatría, bien cargada de conflictos de intereses con los laboratorios que venden psicofármacos, reconoció en 2013 como enfermedad independiente de otras y concreta el Trastorno por Atracones. No os riáis todavía que va en serio y veréis porqué. Hasta entonces lo relacionaban con la bulimia o la anorexia.
La compañía Shire ha conseguido que la FDA, la agencia de medicamentos de Estados Unidos, le apruebe su fármaco más vendido, Vyvanse, para esa indicación, la glotonería o Binge Eating Disorder (BED). Ahora hace una fuerte campaña de marketing mediante figuras del deporte reconocidas como la ex tenista Monica Seles.
La Agencia lo explica así:
En el trastorno de apetito desenfrenado, los pacientes tienen episodios recurrentes en los que comen en exceso de manera compulsiva, durante los cuales consumen alimentos en cantidades mayores de lo normal y tienen una sensación de falta de control. Los pacientes que tienen este padecimiento comen cuando no tienen hambre y a menudo lo hacen hasta el grado de sentirse incómodamente llenos.
Puede que los pacientes sientan pena y vergüenza por lo mucho que están comiendo, lo cual puede llevar al aislamiento social. El trastorno de apetito desenfrenado puede conllevar un aumento de peso y problemas de salud relacionados con la obesidad“.
También resulta que Vyvanse es una anfetamina, un medicamento estimulante del sistema nervioso central. No deja de ser una droga, claro.
Se usan anfetaminas para ello por su potencial para reducir el apetito en las personas. Otro modo de matar moscas a cañonazos pues generan adicción con cierta facilidad y tiene muchos efectos adversos.
La FDA lo ha aprobado por el procedimiento rápido y advierte:
Los efectos secundarios más comunes de los que informaron las personas que tomaron Vyvanse en los ensayos clínicos incluyeron: boca seca, falta de sueño (insomnio), frecuencia cardiaca acelerada, sensación de nerviosismo, estreñimiento y ansiedad“.
Pues eso, moscas y cañonazos, que te pone ansioso y nervioso comer demasiado, no ocurre nada, te tomas una anfetamina que te pone más ansioso y nervioso aún. ¿Cómo te curas entonces de la ingesta de anfetaminas?
Para la agencia norteamericana el Vyvanse es una sustancia controlada de Clasificación II porque el potencial de que se abuse de él es muy grande, con un consumo que “posiblemente puede llevar a la dependencia” (lo que comercialmente es muy interesante ¿que no?).
¿Quién fabrica esto? Shire es una de las farmacéuticas que más han hecho por convertir a la infancia en “enferma” de déficit de atención e hiperactividad para venderles tanto Vyvanse como Adderall. De hecho, Vyvanse fue aprobado en 2007 como medicamento de una sola dosis al día para tratar el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad en pacientes de sies años de edad en adelante.
Shire gastó entre 200.000 y 250.000 euros en lobby durante el año 2013. Os cuento quién es Shire en el post Cómo las farmacéuticas fomentan la enfermedad del TDAH. Brian Lutz, que trabajó para este laboratorio como visitador entre 2004 y 2009, dijo que visitaba a 75 psiquiatras cada dos semanas en Oakland para convencerles de que mediquen a los niños para que consigan mejor rendimiento escolar.
Shire, además patrocina a la federación de asociaciones de TDAH en España, FEAADAH. También impulsa el denominado programa Pandah financiando la web e influye en la expansión de ese trastorno mediante el comité asesor y en el científico del proyecto.
Si queréis saber quién está detrás de ello leed Pandah y el nuevo medicamento para la “infancia TDAH”. También es útil para saber de qué estoy escribiendo: Cómo penetra Big Pharma en la política para promover la medicalización de la infancia.
Así que como vemos, no sólo se compra la voluntad de políticos, también de médicos y de pacientes… y de atletas claro. Parece que la farmacéutica, como tantas otras, intenta “solucionar” todo con dinero.
Shire llegó a un acuerdo extrajudicial en 2013 y pagó una multa de 57,5 millones de dólares con el fin de zanjar varios procesos por venta y publicidad engañosa sobre varios de sus productos como Adderall, Daytrana y Vyvanse.
Yo por cierto hoy, como hago últimamente cada viernes desde que lo he descubierto, pensaba meterme entre pecho y espalda y cocido maragato que hacen por aquí cerca que da para dos personas y media… (no lo termino nunca -lo escribo por si me lee mi psiquiatra-).
Si me atrevo después de escribir esto os envío alguna foto a mi facebook. Es que soy de buen comer, pero alimentos no anfetaminas.