
La mente es una poderosa arma exclusivamente humana! Para lo bueno y para lo malo, según se utilice, como todo en nuestra vida! La mente es lo que nos permite aprender, aplicar la experiencia a nuestra vida y evolucionar como seres humanos, adquiriendo nuevos conocimientos científicos. Pero, no obstante, es también la mente quien nos impide dejar la vida fluir y aceptar la realidad humana en toda su amplitud! La mente es, por definición, binaria, dual, lo que nos hace creer o no y busca siempre lo conocido, lo razonable, lo vivido, para intentar lograr el control de lo que vivimos y hacernos sentir una cierta seguridad. Para ello, si se lo permitimos, gestiona argumentos razonables que justifiquen, en cada momento, nuestra actitud ante la vida! La mente nunca descansa, ni tan siquiera cuando dormimos…
El proceso humano “normal” de una decisión o una acción es pensar, sentir y realizar! En ese mismo orden! Así, muchas veces son las creencias creadas por la mente las que generan sentimientos (a partir de las “incontrolables” emociones del corazón) y eso nos hace actuar de una u otra manera. Si creemos, podemos acometer cualquier cosa que nos propongamos! Creer en uno mismo, en el otro o en la vida es, sin duda alguna, el motor de lo que obtendremos en nuestra vida. Creer es poder!
Hemos visto que la mente es el motor que nos impulsa y nos permite racionalizar lo que vivimos! El corazón, en cambio, es el “dispositivo de entrada” de lo que vivimos y de lo que sentimos interiormente, generándose en él las emociones. No obstante, todo en la vida es equilibrio! Emociones y razones han de conjugarse al unísono para lograr vivir la vida con un propósito, pero a la vez aceptando que fluya tal como viene. Por decirlo de una manera gráfica, es como al andar, requerimos de la sincronización de nuestro pie derecho y del izquierdo…
Hoy, en el terreno profesional, afortunadamente se está abandonando la dualidad entre la mente y el corazón. Hemos pasado del restrictivo “Coeficiente de Inteligencia” (CI) a la “Inteligencia Emocional“, que no es otra cosa que tener en cuenta las emociones propias y ajenas en nuestra tarea profesional. Así, sin supeditar exclusivamente nuestra actitud a una de ellas, es precisamente su sano -y natural- equilibrio lo que nos ayudará a avanzar. Conjugar sabiamente aptitudes personales y profesionales, como la gestión adecuada de las emociones y convicciones interiores, configura nuestra equilibrada actitud en el trabajo, dotándonos de la necesaria motivación y disposición fluída de energía, lo que nos permite la realización y satisfacción real e íntima en nuestra actividad profesional.
Prueba de todo ello es que, actualmente el Management de empresa está incluso utilizando herramientas del crecimiento humano y de la introspección zen para encontrar el verdadero equilibrio, junto al puro desarrollo técnico y experiencial del ser humano. No es más que el puro equilibrio, en el que los valores personales y las aptitudes profesionales se alían para conseguir la necesaria integración vital y profesional del individuo. La tan cacareada “conciliación” de la vida personal y profesional (más allá de la agenda y de los horarios razonables…), que no es otra cosa que la siempre conveniente integración personal!
Aquí tienes un texto ajeno que habla de todo ello. Extrae tus propias conclusiones…
Construya su carrera profesional sobre la base de los valores personales. Los valores personales forman parte de lo que le proporciona a usted su propio valor, de lo que le hace único en el mercado. No tema comentar sus valores personales con sus jefes. Si no les parecen adecuados, entonces es que muy probablemente no esté trabajando en el lugar adecuado. Y piense que jamás podrá alcanzar su pleno potencial si sus valores no encajan con los de sus superiores.
“Ves las cosas y dices ¿por qué?. Pero sueño cosas que nunca existieron y digo ¿por qué no?” GEORGE BERNARD SHAW
Todos mis héroes se han negado a dejarse arrastrar por la corriente de llevar una vida falsa. Como sucede con muchas personalidades del mundo de los negocios, se han conformado demasiado tiempo con culturas que ahogaban sus valores internos, convirtiéndoles en seres que apenas si eran capaces de reconocer.
Pero en lugar de autocompadecerse, cada uno a su manera ha reunido la voluntad necesaria para actuar, buscar la oportunidad y hacerse cargo de su vida. Todos ellos han protagonizado un coup de vie, un golpe maestro de autoliberación.
Naturalmente, lo que sus historias vienen a confirmar es la eterna verdad de que cada uno tiene en sus manos la posibilidad de ganar o perder su propia vida.
“Si crees que puedes, puedes. Si crees que no puedes, tienes razón”. MARY KAY ASHT
“El destino no es cuestión de suerte, sino de elección. No es algo que deba esperarse, es algo que debe conseguirse”. WILLIAM JENNINGS BRYANT
Del libro “Vivir y ganarse la vida”, de Mark Albion
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