Revista Opinión

Si das, recibirás (Lc 21,1-4)

Por Campblog
Amigo Lector:
Cada uno de los artículos publicados en este blog, nacen por comentarios, acontecimientos, noticias diarias que vemos en la televisión, en la radio y en esta ocasión les traigo una experiencia por la que vivió la familia de un amigo, ya les cuento:  hace un par de días platicaba con un amigo que no veía desde la primaria, en el transcurso de nuestra conversación me conto que su hermano y su hermana ya se habían casado, el mismo año y el mismo mes, pero en fechas distintas, lo cual ocasionó que su Padre sufriera un infarto en el corazón, tú sabes se junta todo en tan poco tiempo, la economía no estaba del todo bien.
Si depositas tu confianza en las economías y en las instituciones financieras de este mundo, o piensas que determinada estrategia económica te va a proporcionar felicidad, vas camino del desencanto. El motivo es que esos sistemas se basan en el egoísmo, y éste a la larga conduce a la desdicha. Aunque por esos medios alcances éxito económico, como les sucede a unos pocos nunca serás verdaderamente feliz a sabiendas de que lo lograste a costillas de otras personas.
¡Cuánto mejor es confiar en el Creador y obrar a su modo! Su plan económico se basa en el amor, la cooperación, la justicia, el desinterés y la generosidad. Se opone diametralmente a los principios económicos egoístas que rigen el mundo. Puede que esto no tenga mucho sentido en términos económicos, pero si lo tiene cuando toman en cuenta las bendiciones de Dios.
Comparte con los demás, aunque tú no tengas mucho. Esa es la simple clave para recibir las bendiciones de Dios, tanto materiales como espirituales: Si das, recibirás (Lc 6,38). Quienes dan abnegadamente son premiados con más. En cambio, quienes se abstienen de ayudar a su prójimo por temor a no tener suficiente para sí mismos se privan de las bendiciones que de otro modo Dios les daría (Proverbios 11,24-25).
Si te entregas generosamente y compartes tus recursos, Dios te lo pagará con creces. Cuanto antes demuestres tu fe en Él y sus promesas dando de lo que tienes, antes podrá empezar a bendecirte otorgándote más bienes.
[1] Jesús levantó la mirada y vio a unos ricos que depositaban sus ofrendas en el arca del tesoro del Templo. [2] Vio también a una viuda muy pobre que echaba dos moneditas. [3] Entonces dijo: «En verdad les digo que esa viuda sin recursos ha echado más que todos ellos, [4] porque estos otros han dado de lo que les sobra, mientras que ella, no teniendo recursos, ha echado todo lo que tenía para vivir.» Lc 21,1-4

El señor se complace con todas las ofrendas que tienen un hermoso propósito. Pero el Señor acepta mucho más el corazón que las ofrendas. Jesús, nos hace ver que importa más el valor del sacrificio que el valor de lo que se ofrece. Por eso Jesús nos dice; “Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir.” Jesús no se ha fijado en la cantidad que se ofrece, él se ha fijado en el afecto, en el cariño, en la bondad con que se ofrece.
Si das, recibirás (Lc 21,1-4)A Jesús no le llama la atención que alguien de mucho de lo que tiene, a él le llama la atención lo que hacen las personas como la viuda, que dan todo lo que tienen y no lo que le sobra.
Uno puede ser muy rico siendo poco dadivoso, y ser muy pobre siendo muy caritativo. Yo solo te digo con palabras de Sta. Teresa de Calcuta: No importa lo mucho o lo poco que das, sino cuanto amor pones al dar. Da hasta que te duela, Él te devuelve el doble y no juzgues si alguien que puede trabajar te pide, recuerda esta frase: "El que da hasta al que no lo merece, es Cristiano".
Con inmenso afecto, Tu Amigo Daniel Espinoza

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