Hay tantas personas que trabajan para otros y que tienen todo el día cara de enfado. ¡Qué desperdicio de energía! Si de todos modos tenemos que trabajar porque no hacerlo con alegría. La antipatía diaria no beneficia a nadie. Energía negativa dentro, energía negativa fuera. Creando ambiente desagradable. El Dalai Lama nos dice "Si alguna vez no te dan la sonrisa esperada, sé generoso y da la tuya. Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa, como aquel que no sabe sonreír a los demás."Y Thich Nhat Hanh dice: "A veces tu alegría causa tu sonrisa, pero también hay veces en las que tu sonrisa puede causarte alegría." Este último punto es muy interesante. Según parece si estamos tristes o malhumorados y forzamos una sonrisa, en el cerebro se produce una modificación química que nos lleva a sentirnos mucho mejor. Así pues, mejor sonreír.
"Esta mañana, al despertar, he sonreído.Ante mí, veinticuatro horas radiantes.Me comprometo a vivir cada momento plenamentey contemplar a todos los seres vivientescon los ojos de la compasión."Thich Nhat Hanh
El consejo 74 de Gurdjieff a su hija fue:
Si decides trabajar para los otros, hazlo con placer.