Revista Cultura y Ocio

Si el amor es una isla, Esther Sanz

Publicado el 01 mayo 2014 por Olgasalar
Si el amor es una isla, Esther Sanz
Luisa viaja a una pequeña isla del canal de la Mancha donde el tiempo se detuvo hace siglos. Allí trabajará en un exquisito hotel regentado por un hombre misterioso que lo dirige con mano firme y estrictas reglas. Desobedecerlas tiene castigo,sin embargo, Luisa no puede controlar su curiosidad y se verá envuelta en situaciones límite y juegos oscuros ideados por el jefe. Su osadía será castigada, pero resolver el misterio que envuelve al amo tendrá recompensa. Él, exigente y distante, y ella, curiosa y de espíritu intrépido, chocan estrepitosamente. O de forma espectacular, depende de cómo se mire. Secretos, aventuras y enfrentamientos dan paso a un tórrido romance que bebe directamente de las grandes novelas románticas de siglo XIX.
Hacía tiempo que quería perderme entre las páginas de este libro, sumergirme de lleno en la isla. Y no solo por lo inspirador del título, o la bucólica portada, sino porque por lo que me habían contado intuía que se trataba de una mezcla de La Bella y la Bestia, El Fantasma de la Ópera y Barbazul, obras que han marcado mi gusto literario desde bien pequeña. Y no me equivocaba al pensar que me iba a gustar. El libro me ha encantado. A la clara influencia de estas historias, hay que añadir que todo tiene un toque victoriano, una ambientación fascinante que te sobrecoge desde la primera página. 
Todo comienza con la llegada de la protagonista a una isla del canal de la Mancha. Una isla sin alumbrado en las calles, sin las tecnologías a las que estamos acostumbrados hoy en día y con una vestimenta que roza el siglo  XIX. Ella va allí a trabajar. Es muy joven para encerrarse en dicha isla, pero tiene razones de peso para hacerlo. Nada es lo que parece en esa isla, aunque muchos digan que se trata de una balsa de aceite en la que nunca pasa nada. 
Apreciada Srta. Luisa: Para evitarle futuras tentaciones, aqui tiene un obsequio de la casa. Esta vez lo pasaremos por alto, pero en lo sucesivo intente controlar su afición a coger cosas que no son suyas. Saboree estos bombones a conciencia porque será lo más dulce que halle en Silence Hill. Atentamente, P.G.
He de reconocer que Luisa es un personaje admirable, pero me quedo con Patrick, sin ninguna duda. Es él el que me ha sacado una sonrisa desde la primera vez que aparece. ¿Qué puedo decir en mi defensa? Los chicos misteriosos atraen, y él lo es. Mucho. Pasaba las páginas esperando que se volvieran a encontrar, que él diera señales de vida, que pasara cualquier cosa. Me declaro fan incondicional de este personaje. Casi se podría decir que es un Mr. Darcy con algún toque actual, por supuesto. Y la gente que me conoce sabe que adoro todo lo que tenga que ver con Orgullo y Prejuicio.Otra de las cosas que me han gustado, y que me han sacado una sonrisa, es que Esther Sanz ha hecho un guiño a varios escritores españoles como Francesc Miralles o Rocío Carmona. Alguna de sus obras salen mencionadas en el libro.
Si el amor es una isla, Esther SanzEn cuanto a la técnica, el libro está narrado en primera persona. Es ella quien nos cuenta todo lo que va ocurriendo, sus sentimientos, sus pensamientos, sus emociones...Y eso me ha gustado mucho. Hace que te metas de lleno e la historia, que una parte de ti viaje al lado de Lou. Sintiendo de primera mano todo lo que ella siente. Los giros argumentales no se quedan atrás. Cuando he dicho que nada es lo que parece, es que realmente nada es lo que parece y aunque tengas una idea de lo que puede pasar a continuación, la autora consigue romperte todos los esquemas y sorprenderte. 
Casi trescientas páginas que contienen una de las mejores historias que he leído este año. En definitiva, un libro muy recomendable que desprende magia en cada palabra. Una novela que te atrapa desde la primera página y que consigue mantenerte enganchada por distintos motivos. ¿Os adentraréis en Sark y os alojáis en el Silence Hill?

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