SI EL GENESIS HUBIESE OCURRIDO EN EL MÉXICO DE NUESTROS DIAS
Original de: Don Cuco
En el principio Dios Creo los Cielos y la Tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre el borde del abismo. Creó Dios orden a partir del caos y el universo fue creado.
En la tarde de ese día, Dios fue visitado por un notificador del Servicio de Administración Tributaria (SAT) quien le traía un requerimiento y aviso de multa por no haber dado aviso de inicio de operaciones.
Igualmente fue requerido por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) por no haber presentado los estudios de impacto ambiental y por haber modificado el entorno de caos existente.
Y dijo Dios: Sea la luz: y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas.
De inmediato recibió un oficio de presentación por parte de la Secretaría de Energía para saber la forma como se estaba generando esa luz. Querían saber si era por medio de carbón, energía solar, energía eólica, hidráulica, quemando gas natural o petróleo.
Dios se presentó de inmediato a hacer las aclaraciones pertinentes y explicó que sería a través de una enorme bola de fuego. A Dios se le concedió un permiso temporal para hacer la luz de esa forma con la condición de que no hubiese emisiones contaminantes.
Sin embargo, debería enviar por escrito y triplicado una descripción del proyecto de iluminación en un formato autorizado por la Secretaría de la Función Pública y avalado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), con la aprobación del CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) y la Secretaría de Relaciones Exteriores. Esto último para determinar si la tecnología empleada era segura o si se estaban violentando derechos de patente internacionales.
Además se le exigió conservar energía, para lo cual, con advertencia de clausura definitiva, tenía que estar la luz encendida solamente la mitad del tiempo.
Dios dijo: “entonces llamaré al tiempo iluminado día y al oscuro noche”, el funcionario que lo atendió dijo no estar interesado en su semántica y lenguaje interno y gritó “pase el siguiente”
El segundo día dijo: “sepárense los cielos de las aguas”.
Al tercer día Dios separó las aguas y la tierra
Para el mediodía fue visitado por un inspector de la Comisión Nacional del Agua y por un oficial de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Naturales y Pesca (SAGARPA) para verificar si había respetado los límites territoriales internacionales, las cañadas naturales y las propiedades ejidales.
Le fue solicitado nuevamente un estudio de impacto ambiental para autorizar los cambios realizados a los entornos. Esta vez también le fue solicitado un estudio para ver si las tierras creadas no eran factibles de ser propiedad de la nación tal como lo describe el Artículo 27 Constitucional y un estudio de factibilidad para su proyecto completo que incluyera la descripción clara de las fuentes de financiamiento, por aquello del lavado de dinero.
Dios dijo “produzca la tierra hierba verde, hierba que da simiente según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya simiente está en él, según su género”.
La SAGARPA estuvo de acuerdo en que así fuera siempre y cuando se usaran semillas nativas y que no se usaran especies modificadas genéticamente. Además le fue solicitada una relación de herbicidas, plaguicidas, fertilizantes y todos los químicos a usar para apoyar las cosechas así como las hojas de seguridad química y el dictamen de algún laboratorio acreditado ante SAGARPA.
Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie: y fue así.
E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que anda arrastrando sobre la tierra según su especie.
Nuevamente recibió Dios una visita de SAGARPA para verificar que las especies fueran nativas y no estuviera traficando con especies en peligro de extinción. La SAGARPA pidió un estudio adicional de impacto ambiental y dictámenes separados de universidades públicas así como la contratación de biólogos y veterinarios zootecnistas para hacerse cargo de la administración.
Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra.
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
En la tarde de ese día llegó un visitador de la Secretaría del Trabajo. Como tenía dos gentes a su cargo y se esperaba tener más por aquello de “creced y multipicaos” era necesario presentar:
- El acta de integración de la Comisión Mixta de Seguridad e Higiene
- Los programas de capacitación vigentes y evidencia de su cumplimiento
- El acta constitutiva de un sindicato o asociación de trabajadores
- El alta en el estado como causante del impuesto sobre nominas
- La afiliación de los trabajadores en el Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS), Instituto de Fondo Nacional de vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), Sistema de Administración de Fondos de Retiro (SAR) etc.
- Y varios papeles más.
Mientras estaba en esto llegó un notificador del SAT solicitándole los datos de localización satélital proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) así como el tramite de su nueva Firma Electrónica Avanzada. Pues sin estos requisitos no se le podría dar curso a su solicitud de alta ni tampoco al trámite de su Registro Federal de Contribuyentes (RFC) ni a su cédula fiscal. Era muy importante que llevara consigo una memoria Flash para grabarle los datos electrónicos.
Sin estos documentos no podría contratar servicios de facturación electrónica por tanto cualquier cobro que realizara sería ilegal y causa de sanción económica Además le requirieron que hiciera una cita para la toma de sus datos biométricos y la actualización de sus obligaciones fiscales en un plazo máximo de 5 días hábiles
En el sexto día y cuando creía haber llenado todos los requisitos recibió un oficio de contestación a sus trámites anteriores. Se le explicaba que le darían visto a sus solicitudes en los siguientes 90 días hábiles y se requerirían otros 90 para revisar los estudios de impacto ambiental.
Sí había respuesta positiva, se le solicitaría un oficio firmado por los vecinos del sector y si existía oposición de al menos uno se citaría a una consulta pública dentro de los siguientes 45 días hábiles.
Con esto, era técnicamente imposible iniciar operaciones dentro de los 7 días que había fijado para el proyecto y se le advertía que de iniciar operaciones sin estos trámites sería sujeto a clausura definitiva.
Ante estas dificultades Dios no descansó el séptimo día sino que frustrado y encabronado … ¡creó los infiernos!
Y tu que opinas: ¿deseas establecer un negocio en México? Danos tu punto de vista en los comentarios
Name(obligatorio) Email(obligatorio) Website Comment(obligatorio)