Revista Baloncesto

"Si el tono y la actitud son siempre demasiado intensos, el mensaje no tendrá el efecto esperado"

Publicado el 03 junio 2019 por Toni_delgado @ToniDelgadoG
José Manuel Menbrives, Laura Villaescusa y José Luis Alberola reflexiona sobre la comunicación con sus equipos en el Andratx-CTEIB, de la fase de ascenso a Liga Femenina 2

tono actitud siempre demasiado intensos, mensaje tendrá efecto esperado

José Manuel Menbrives, técnico del Andratx, en un tiempo muerto. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 


Toni Delgado / Viladecans

—El contraataque está desequilibrando el partido. Bajemos a defender rápido y en ataque, movimientos muy cortos... Uno, dos, tres... –indica en un tiempo muerto a sus jugadoras José Manuel Menbrives, entrenador del Andratx. Su tono es pedagógico y pausado. Transmite tranquilidad y confianza.La cultura del grito asociado a la exigencia está demasiado extendida.
—Yo también tuve una época sí. [Sonríe]. Supongo que de jóvenes pensamos que cuanto más gritemos, más posibilidades hay de que llegue nuestro mensaje. ¡Y no es así! En general, lo que quieres decir se transmite mejor con tranquilidad. Un mensaje sereno puede hacer partícipe a la jugadora en según qué decisiones. Ellas quieren hacer las cosas bien. Si el problema es de actitud, sí que quizás hay que elevar el tono, pero no por  aspectos tácticos. Si el tono y la actitud son siempre demasiado intensos, el mensaje no tendrá el efecto esperado. José Manuel Menbrives hizo el cambio de chip cuando empezó a compaginar la dirección de equipos séniors y de categorías inferiores: "Descubres que la manera de decir las cosas es clave en cualquier edad. La única diferencia es que los y las mayores tienen más recorrido y lo entienden todo más fácilmente".Laura Villaescusa, exjugadora de Liga Femenina 1 y 2, ha venido a Viladecans para ayudar a José Manuel Menbrives. Lleva cinco años en el Andratx entrenando en categorías inferiores. Villaescusa es una de las cinco amigas que fueron a ver a Shay Murphy a la Final Four de Estambul en 2012 con el Ros Casares. Gaby Ocete, Pao Ferrari, Alejandra Quirante y María España completaban el equipo: "Como éramos cinco, surgió lo de sharks, tiburonas [con la palma de la mano simulaban la aleta]. Cada una cogió su camino, pero mantenemos el contacto. El baloncesto te regala amistades y experiencias". 

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Laua Villaescusa y José Manuel Menbrives. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 


Tiene claro Laura Villaescusa qué no le hará nunca a sus equipos: "No puedes atacar al grupo cuando se venga abajo, sólo animarlo. En los entrenamientos necesitas generar confianza, independientemente de cuántos minutos juegue después cada jugador o jugadora. En el partido tienes que señalar los errores para corregirlos y arropar al equipo. El trabajo se realiza durante la semana.

—Te he hecho una foto en un tiempo muerto... Mira, es ésta...  Aquí se ve tu cercanía, que no las presionas y les recuerdas que el grupo es uno –le comento a José Luis Alberola, entrenador del  CTEIB. —Tal cual. Ninguna es más importante ni está por encima del resto. Pretendemos que aprendan a competir lo mejor posible.

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La imagen del tiempo muerto que le enseñé a José Luis Alberola. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 


El CTEIB es el Segle XXI de las Islas Baleares. En vez de Blume, la residencia se llama Reina Sofía, y hay 23 programas, uno por deporte. Las jugadoras compaginan estudio y deporte. También se extiende cuatro años: "Empiezan en 3º de ESO, en cadetes, y acaban en júnior".

Según José Luis Alberola, para el CTEIB jugar la fase de ascenso a Liga Femenina 2 de Viladecans es un "regalo de Dios, aunque sufran y les cueste. Les falta competitividad porque salen poco de la isla. Es un aprendizaje brutal". Las Islas Baleares no tienen ningún equipo en Liga Femenina 2. Al equipo mallorquín no le faltan agallas, como volvió a demostrar ante el Andratx, contra el que llegó a perder por 39-25 a los 21m 3s tras un triple de Esther Morillo. No se arrugó un CTEIB que, a falta de 1m 15s, se acercó 57-53 gracias, en parte, al (im)pulso de Nuria Domingo, Tanit Calsapeu o Khoudia Diaye. Sara Soler, con un notable movimiento de espaldas, decidió el partido, pues ni Andrea Fernández ni Nuria Domingo pudieron meter el triple de la esperanza (64-53).  "Cuando tiras", sigue José Luis Alberola, "no puedes hacerlo pensando en si fallarás ni en el marcador. Tienes que lanzar sin reparar en si ganas por 30 o pierdes por 30. Si le das muchas vueltas a la cabeza, seguramente fallarás. Nuestras jugadoras son muy conscientes de ello". 


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