Si escucharas mi corazón es una novela corta pero intensa, de esas que llegan para quedarse, para hacerse un hueco en el corazón y ser recordadas durante mucho tiempo. Sin embargo mi relación con esta novela no fue de amor a primera vista, y el motivo es que no podía entender a su protagonista, al alma matter de esta historia, que lo tenía todo para ser feliz y no lo lograba serlo. Una mujer a la que me costo aprehender, con la que me costó un mundo empatizar, a la que llegué en un momento dado a compadecer.
Nos encontramos ante una historia de AMOR, el que une a una madre con una hija de la que a penas se ha ocupado hasta ese momento, pero también de desamor, de desengaños, de mentiras, de traiciones... Una novela como la vida misma, en la que tienen cabida todas las caras posibles de ese mito llamado amor, cuando algunos solo se refieren a sexo, ligues de una noche, o una aventura pasajera, como también la tiene esa relación duradera que hace frente a todas las dificultades y sigue adelante.
Cada vez disfruto más con la colección Emocionate de la Editorial Martinez Roca, todavía no me ha decepcionado ningún titulo de los que he leído y he de reconocer que este me ha arrancado alguna lagrimilla de impotencia, de rabia, y no soy muy dada a llegar a esos extremos con la literatura.
La autor@
Sara Rattaro nació en Génova en 1975, es licenciada en Biología y en Ciencias de la información. Estudió el máster de Comunicación de la Ciencia Rasoio di Occam, en Turín, antes de empezar a trabajar como asesora farmacéutica.
Desde siempre le ha apasionado la escritura, todas sus historias se basan e inspiran en personas a quien conoce.
Poca es la información que he encontrado sobre la autora en castellano y no me manejo en la lengua de Shakespeare, así que habremos de conformarnos.
Argumento
Carlo, Viola y Luce, son en apariencia una familia feliz, el matrimonio está bien acomodado, goza de éxito profesional y tiene una hija, Luce, que en apariencia no da complicaciones. Viola regenta una galería de Arte junto a su amiga de la infancia Angela, es guapa, deseada y parece tocada por los dioses hasta el momento en que tiene que enfrentarse a toda su vida para poder salvar a Luce, que ha sido más criada por un abnegado y entregado padre que por ella misma.
En ese momento se dará cuenta de esos lazos que la unen con su hija y que ella pensaba que no existían y luchará contrarreloj para buscar una solución que a cada segundo que pasa es más complicada. Viola se verá abocada a enfrentarse a un sino que ha construido con mentiras sutiles que terminarán por hundir y romper su familia.
Impresiones.
Nos encontramos ante una novela triste, dura, tremendamente emotiva, e intensa que se nos queda corta. Una historia en la que un trio protagonista sostiene el peso de la trama, pero en la que realmente una sola persona es quien mueve los hilos de esas relaciones, Viola.
Para el lector es tremendamente difícil empatizar con Viola, una mujer que lo tiene todo, amor, reconocimiento profesional, y que sin embargo construye su vida sobre mentiras que ella misma termina creyéndose a fuerza de repetirlas día tras día. No todas la mujeres tenemos desarrollados por igual el sentido de la maternidad, pero el de Viola parece atrofiado, en su lugar Carlo despliega todo el amor, la voluntad y la complicidad que nuestra protagonista es incapaz de sentir.
Pero al mismo tiempo Viola se siente excluida de esa relación tan cercana que tienen padre e hija, siente que no la necesitan que ambos son un ente y ella un ser ajeno a ellos, y la envidia la corroe y le sirve para justificar sus errores, por ese motivo es un personaje complejo y con el que es difícil simpatizar a pesar de que en la recta final la autora intenta redimir todas sus faltas.
Nos encontramos ante una novela que no es lineal, arranca con un hecho que dará un vuelco a las relaciones familiares, Luce ingresa en el hospital y allí se abre la caja de pandora, las mentiras de Viola salen a la luz y en juego está la vida de una adolescente que lo es todo para su padre. En ese momento, cuando se ve abocada a la cruda realidad Viola ve pasar su vida, a través de flashbacks nos cuenta el momento en que conoció a Carlo, como llegaron a ser inseparables, como se convirtieron en novios, se casaron, crearon una familia, a pesar de ser tan distintos como el día y la noche.
Pero como toda novela que se precie tiene varias lineas argumentales o sublíneas y además de contarnos una historia de amor que parece no ser tal, también nos cuenta quien es Viola desde su más tierna infancia, su relación con Ángela, su amiga y socia de negocio. Llegamos a darnos cuenta de que Viola es un ser egoísta que adora ser el centro de atención, y en casa se ve desplazada por una niña, parece una mujer enfadada consigo misma que no parece encontrar su sitio en el mundo, una mujer que pudiendo ser feliz está amargada. Los continuos saltos en el tiempo nos van dando una imagen de la familia, de su amor, de sus desengaños, de sus miserias y virtudes y como no de las mentiras que conforman el mundo de Viola, en el que ella se siente cómoda, querida y admirada.
La historia va increscendo, a medida que la situación en el hospital empeora, Viola va sintiendo ese instinto maternal que desconocía que tuviera, se da cuenta de lo mucho que ama a su hija, y conforme la situación se vuelve más crítica más decidida está a salvar la vida de su hija a cualquier precio, ya poco tiene que perder, su vida ha saltado en mil pedazos, solo le queda apostar a caballo ganador. Y en estos momentos finales la novela se acelera, pierde ese ritmo lento y pausado de los recuerdos, del devenir de los días, de las relaciones entre los personajes principales y secundarios, y los capítulos finales se precipitan, nos explotan ante los ojos, y nos dejan consternados y sin tiempo para asimilar lo que sucede.
No voy a decir, que el final sorprende, al menos yo lo había intuido bastante pronto, pero la forma en que la autora da por finalizada la novela deja un sabor agridulce, demasiada precipitación, nos prepara durante largo tiempo para el shock en el que nos sumerge, y parece que una vez la novela en vía muerta le entran las prisas y en dos pinceladas da por cerrada la trama, sin dejar siquiera una pista de si habrá una segunda parte, una secuela, o quizás una precuela.
Sara Rattaro se vale para construir esta historia de personajes muy complejos, bien construidos, a los que vamos conociendo a través de los ojos de Viola, quizás el mejor dibujado, el que más matices muestra, pero también lo está el de Carlo, ese hombre tan perfecto,ese contrapunto exacto a la impredecible protagonista, sin embargo Luce al ser vista por sus progenitores está como difuminada, comete un error sí, pero que adolescente no lo hace. Entre los secundarios destacaría el papel de Ángela, esa amiga fiel que se mantiene a su lado, que le inculca cordura cuando Viola pierde la cabeza, que le guarda el mayor secreto de su existencia, esa amiga que siempre está a su lado, en lo bueno y en lo malo, que le da consejos sin juzgarla... y como no su contrapunto Nadiria, la madre de Carlo, esa mujer que siermpre la vio como un problema, como la mujer que le quitó a su hijo, la pugna entre ambas mujeres es impresionante. También se vale de los continuos saltos que nos permite situar la los personajes en distintos ámbitos e ir reconstruyendo su historia.
Conclusión
A pesar de ese final un tanto precipitado, es una novela recomendable, aunque sea dura, porque el tema que trata lo es, se puede leer en una tarde, sus poco más de doscientas páginas se van devorando sin prisa pero sin pausa, y la historia va creciendo en interés bajo nuestra atenta mirada, por más que nos sea difícil entender a Viola.
Una mujer ha de ser madre para saber lo que estaría dispuesta a hacer por sus hijos, no niego que ese lazo también se da en los hombres, algunos mejor dotados de instinto que las féminas. De la preservación de esos lazos, de lo que es capaz una persona cuando la vida la pone en una situación límite y amenaza con llevarse lo que más quiere trata esta novela que seguro que te arrancar alguna lágrima
En medio de la tristeza he creido vislumbrar un mensaje positvo, escondido si se quiere en esos capítulos que me han parecido precipitados, nada es en vano...
Te animo a que descubras la pluma de Sara Rattaro, seguro que te enamorará