¡Ahora, hasta las cafeteras tuitean!
¿Te imaginas? Estás tú por la mañana en tu casa a punto de hacerte tu cafelito… ¡y tu cafetera no se digna ni a mirarte a la cara porque está mandando un tweet! Y tú ahí, taza en mano, la tostada enfriándose y esperando educadamente a que la cafetera construya su identidad digital.
-Bueno -piensas-, pues aprovecharé el tiempo y pondré una lavadora.
¡JA! ¡Que te crees tú eso! Porque tu lavadora también ha aprendido a tuitear. ¡Hasta tu manta Snuggie tuitea más que tú!
Así que ya lo sabes: o tuiteas, o te despides del olor a café y a ropa limpia.
No, va, ahora en serio: la idea del control remoto de cualquier aparatejo de casa es ya vieja (no inútil), aunque mezclarlo con twitter es ingenioso (y también muy significativo de lo enfermos que estamos). Pero lo de la manta Snuggie, con o sin twitter, ¡es una frikada!