La verdad es que estoy muy feliz. Para mí este embarazo es una auténtica bendición. Lo vivo en esta ocasión con la experiencia ya de tener otro hijo y la madurez de tantas y tantas cosas vividas en estos siete años… Un momento de máxima creatividad desde el centro de mí. Feliz.
En estas doce semana he pasado por muchas cosas, y quizás la que más ha marcado este tiempo es la dificultad para expresarme libremente y contar que estaba embarazada. Claramente tengo un problema con este tema. Una inseguridad que llevo dentro desde hace años. Un miedo, quizás a no cumplir las expectativas del clan. Y esta vez he sido consciente del proceso y he ido aprendiendo a cada paso de aquello que iba sintiendo.
Estoy feliz. Insultantemente feliz para muchos.
Un cambio de etapa de transformación absoluta. Un momento de atravesar las sombras. De consciencia y atención plena, siendo mucho más que palabras.