Revista Coaching
Controla las formas, no pierdas los papeles.
Una amiga mía, directora de una oficina bancaria, me explicaba una anécdota de la que había sido protagonista:
Estaban en plena campaña del lanzamiento de un nuevo producto financiero. Los resultados hasta la fecha no eran satisfactorios, su oficina estaba bastante por debajo de la media en la colocación del producto y había recibido una llamada del Director de Zona, presionándola. Quedaban pocos días para finalizar la campaña y debía como mínimo incrementar la venta un 40%.
La premura de tiempo la puso nerviosa. La verdad es que el producto era difícil de vender y ni ella ni, especialmente su equipo, le habían dado plena dedicación al tema.
Sandra, así se llama mi amiga, no soporta que los números no le salgan, es persona ganadora, tiene mucha capacidad de trabajo y no le asustan los retos, por otro lado también es autoritaria y dominante.
Dirige una oficina y tiene cuatro personas a su cargo. Fuera de horario de atención al público, les llamó a su despacho. Les explicó alteradamente la situación en la que estaban en el ranking y la llamada “presionante” que había recibido del superior. Fue alzando el tono de voz,(el resto del equipo callado) cogió las estadísticas, se descontroló y las lanzó sobre una mesa, planearon varios papeles, les dió un puntapié en el aire y su zapato salió volando. A duras penas podían ahogar las risas los empleados y ella abochornada por la “escenita” pospuso la reunión.
No sé como terminó la campaña, pero sí sé cual era el tema estrella durante varios días a la hora del café.
Perder las formas, gritar para explicarnos, utilizar expresiones peyorativas o ataques verbales, provocan en los demás reacciones de defensa, enojo, descrédito y de cierre en banda.
Estudios realizados indican que las personas que reciben mensajes o críticas en un tono agresivo, u hostil, se sienten inmediatamente tensos y amenazados, su mente se aleja del mensaje que se les quiere transmitir y se centra principalmente en rehusar colaborar con el emisor y a poder ser en alejarse de él.
Transmitir con asertividad de forma clara y congruente, con respeto y educación es el mejor modo de ser convincente.
Que tengáis un buen día.
Montse
Referencia: Inteligencia Emocional de Daniel Goleman
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