Con tanto partido las mayorías absolutas son “rara avis” y los pactos cobran importancia. Si los candidatos no hicieran tantas declaraciones, antes del escrutinio, sobre sus preferencias de pacto con unos u otros, no se verían después en un apuro o con serias inconsecuencias ya que suelen afirmar cosas contradictorias.
Cuando les preguntan podrían decir: mi partido y mi programa son conocidos; hablaremos de pactos cuando tengamos los resultados y el criterio se adoptará en los órganos de gobierno del partido porque a ellos les corresponde una decisión tan importante. De ese modo evitarían caer a veces en el ridículo.
Un ejemplo. En Murcia CS dijo que no pactaría con el “Sanchismo” (Conesa lo es más que nadie) y también que había llegado la hora de desalojar al PP. Ahora tienen la llave para decidir un gobierno u otro ¿Qué harán?