¡Al menos que sea con estilo! Así, mientras platos y demás menaje pasan por nuestras manos, podremos recrearnos en lo mono, monísimo que tenemos los avíos del "fregoteo" y en lo que decoran la pila. Porque, no nos engañemos, el lavaplatos es uno de los inventos del siglo, pero ni él siquiera nos libra del goterito de rigor de cazos, sartenes, y algún que otro cacharro al que es imposible hacerle un hueco en la máquina, ¡pero ni con un milagro! Entonces, ¿por qué no tratar de embellecer esta actividad poco apetecible? Lo vamos a intentar...
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¿Creéis que hemos conseguido fregar con estilo?