Los hombres de la historia de México, incluso los grandes como Juárez que tienen su nicho santificado en los libros de texto, ¿cargarán con alguna clase de culpa por los resultados del proyecto de nación ?
El admirar y estudiar la intensidad conque algunos personajes que marcan la historia del desarrollo humano han salpimentado cada uno de sus emprendimientos, es iluminarnos con una cátedra de carácter universal que mucho puede motivarnos y enseñarnos respecto a la capacidad de sortear obstáculos, virtualmente imposibles, para una apreciación acostumbrada a atacar las causas con la cautela meticulosa del hombre que mira el éxito en el paso cauto y reserva y, no en el salto osado que permita cubrir distancias sin los bemoles del camino trillado, pero si con la ventaja que daría eludir los inconvenientes saltando de cima en cima.Genios del mundo De mentes brillantes y audaces, la historia glorifica el género humano al trazar a detalle la hagiografía de santones que han hecho del mundo un mejor lugar para vivir. En este artículo no exaltaremos el talento del Viejo Mundo y sus genios; por hoy, sin pretender sufrir un severo ataque xenofóbico y patriotero, de los muchos que ocasiones exaltan el ánimo histriónico de personajes de la vida pública y política, nos referiremos a personajes cuya historia y desarrollo personal magnifican el origen étnico de los mexicanos.Benito Juárez y Vicente Guerrero Sin duda, Benito Juárez García y Vicente Guerrero Saldaña son los personajes mexicanos excelsos en el nicho de la memoria global de nuestro país, siempre habrán de ser necesarios talentos dispuestos a escribir la epopeya de sus actos en todas las variantes que pudieron acontecer en una vida marcada de principio a fin con el sello de la singularidad. Por, hoy, bastará la dignidad de Benito Juárez para emocionar el veleidoso sentimiento patrio de los mexicanos, en próxima colaboración abordaremos la grandeza de Vicente Guerrero. Las ambiciones de Juárez, por encima de sus espectativas de indigena pobre
Con todos sus defectos, incluso pecado, Juárez debió mirar a las estrellas desde su nacimiento, debió soñar con trepar a una y cargarla en su morral de niño arriero, sólo así se explica que en una época tan desigual un pequeño indígena zapoteca cruzara a pie y descalzo la sierra para convertirse en presidente de la república, sentando las bases del Estado-Nación a través del neoliberalismo. Muchos hombres brillantes de la generación liberal estuvieron dispuestos a apoyarlo, marcar junto a él los pasos que permitieron restaurar el orden constitucional frente a los conservadores, reivindicando así a la nación y al liberalismo político y su ideal de igualdad ante la ley contenido en la Carta Magna de 1857. Juárez no reinvindica a los indigenasJuárez ha sido duramente criticado porque a su llegada al poder no reivindicó a los indígenas, posiblemente la razón se debió a que el siempre se concibió como un ciudadano igual a sus contemporáneos, jamás cargo sobre su color y sus rasgos el estigma de indígena sometido, cretino y harapiento, pero sobre todo, para bien o para mal, no fue autocomplaciente ni complaciente con sus raíces ancestrales, reconocía la explotación, la pobreza y la desigualdad social que laceraban y laceran al México de ayer y hoy, pero sabía que no era privativo de su raza, sino un problema de todo México.Juárez hombre controvertido Benito Juárez, como todo hombre de decisiones, fue controvertido, drástico en sus señalamientos, decidió acabar con el omnipotente poder del clero, del que posiblemente pensaba que, muchos de los males de la clase oprimida, provenían de esta institución religiosa, fue duramente criticado por casar a todas sus hijas con extranjeros, por ser un hombre y un masón adelantado a su época, defensor de las leyes, pero a la vez, se le acusa de ser el iniciador de la dependencia económica para con Estados Unidos.A Juárez lo alumbraba la antorcha inmensa de su tenacidad Vislumbremos a Juárez con tan sólo doce años cruzando la sierra oscura, a pie y descalzo, ¿cuáles eran sus ambiciones?, ¿de alguna manera intuía del destino que lo guiaría tenaz hasta el paraíso de los inmortales, donde seguramente se regodea con los grandes pensadores y libertarios que han pisado este mundo. Como colofón sólo diremos ¡Viva Juárez cabrones!