"Si la amas, lucha por ella"

“Si la amas, lucha por ella”. Sin duda alguna esta es una de las frases más escuchadas por cualquier novio abandonado en el mundo durante ese periodo en el que la herida es más reciente y habla con amigos, compañeros y familiares buscando consejos que le hagan sentir mejor y revertir la situación.Hay dos clases de personas que te dicen que si aún la amas, luches por ella. Están los que te lo dicen con plena sinceridad, están preocupados por ti y les gustaría que volvieras a estar con esa persona que tanto amas para ya no verte más en esa situación en la que te encuentras ahora, y también están por otro lado los que te dan esa respuesta estereotipada como una forma sencilla y simplista de responder a tus peticiones de consejo sin que en realidad les interese demasiado el resultado que vayas a obtener.

En realidad, ambas clases de personas están equivocadas. Más allá de las verdades intenciones que las llevan a aconsejarte tal cosa, la frase “si la amas, lucha por ella”, es una frase equivocada y peligrosa que sólo te traerá más dolor.Cuidado, con esto no quiero decir que sea incorrecto bajo toda circunstancia, y en medio de cualquier contexto, “luchar” por una persona (ya habrá momento para hablar de este asunto).Digo que es un error la recomendación de “luchar por ella”, porque en el 99% de los casos quien la recibe es un hombre que acaba de ser abandonado, comúnmente por una novia que, incluso antes de haberlo dejado, ya lo había reemplazado por algún otro candidato que andaba rondando, y lo único que consigue aquel que hace caso a dicho consejo, es obtener gratuitamente una mayor dosis de dolor innecesario, que hará mucho más largo y pesado su proceso de recuperación y superación, además, dicho sea de paso, de perder toda posibilidad de recuperar verdaderamente a su ex.Hace no mucho, leí la historia de un usuario que tenía que ver con este tema. Resulta que un chico había sido “cortado” por su novia, ésta le había pedido un tiempo (típico), para “pensar bien las cosas”. Evidentemente, y como en la totalidad de los casos, ese tiempo fue indefinido, la ahora exnovia nunca volvió para decirle “bueno, aquí estoy de vuelta, ya terminó ese tiempo que te había pedido y la verdad es que te extraño horriblemente y me he dado cuenta que quiero que estemos juntos para siempre”. No, eso jamás ocurrió (y la verdad es que nunca ocurre), pero acá hay algo muy interesante; distinto a lo que hacen la mayoría de los novios dejados, este chico no rogó, ni suplicó, ni persiguió obsesivamente a su ex para pedirle que volvieran. Había actuado de la manera correcta, había desaparecido de la vida de su ex, venía de maravilla, puesto que si bien la seguía extrañando, el dolor no era nada comparable a lo grave que era dos meses atrás, cuando su novia lo había dejado. 

Un día acudió a una reunión familiar y se puso a charlar con una de sus primas, la cual le preguntó por su exnovia, él respondió que ya no estaba más con ella, le confesó que aún la quería y la seguía extrañando, pero que respetaba su decisión. Al término de la conversación la prima ya lo había convencido de “no darse por vencido”, de llamarla y “luchar por ella”, pues, le dijo su prima, “siempre se debe luchar por un amor”.Al día siguiente, aquel chico había echado a la basura dos largos meses de costosa pero fructífera, clara y avanzada recuperación; llamó a su ex y las actualizaciones que ésta le dio sobre su vida a él lo hicieron pedazos. Desde hace 15 días atrás ella tenía un nuevo novio, un “amigo de la facultad”, sí, ese mismo "amigo" por el que tantas veces habían discutido durante la relación mientras ella solía reiteradamente decir y repetir, “sólo es un amigo”.Como se imaginarán, nuestro amigo se derrumbó, quedó devastado con la noticia, tuvo un fin de semana terrible, sus días volvieron a parecerse a aquellos cuando terminó la relación, aunque, en realidad, estos fueron un poco peores, pues ahora, además de extrañarla, se la paso imaginando obsesivamente todo el fin de semana qué estaría haciendo su ex con su nuevo novio, cómo se reirían juntos, cómo se besarían, bueno, todo eso… Ese fue el premio que se llevó por “luchar por ella”. Entiéndelo: Para que una persona que te dejó quiera volver a estar contigo, te tiene que extrañar, se tiene que dar cuenta que prefiere una vida donde estés tú, a una en la que no estás, y eso sólo se consigue dejando que se de cuenta de esa diferencia, apartándote de su vida, para que note tu ausencia. Pero si a pesar de eso, no ha dado ninguna señal de querer volver a estar contigo ¡es inútil luchar por ella!; si ni siquiera ha movido un dedo para saber de ti (cuando ella fue la que voluntariamente te dejó), te está dejando claro que no es una persona por la cual valga la pena “luchar”, y que no hay nada que te indique que esa “lucha” estéril en la que te piensas meter te va a llevar a conseguir algún tipo de “victoria”. La única persona por la que puedes luchar en estos momentos es por ti mismo, por reencontrarte con esa persona sonriente y feliz que eras antes de esa ruptura (e incluso antes de conocer a tu ex), porque definitivamente, un abandono nos roba una parte de nosotros, que tenemos que luchar por recuperar para seguir mirando hacia delante. E indirectamente esa lucha por ti, es la mejor que puedes hacer por recuperar a esa otra persona, porque en la medida en que centres tus energías en ti, sin quedarte anclado en el pasado, cabe la posibilidad de que esa persona sienta tu ausencia, te extrañe y desee volver contigo.Pero si en nombre de esa falsa “lucha” por ella (o por él, según sea el caso), empiezas a buscarla y llamarla mostrándote desesperado y dependiente, lo único que harás será dejarla más tranquila, sabiendo que sigue teniendo un fuerte poder sobre ti, y que puede seguirse alejando y hacer su vida sin ningún problema, pues si en algún momento dado algo le saliera mal, estarías tú como una opción de emergencia, por lo que no sentirá la necesidad de volver contigo en este momento.   Así que si ella te dejó, y quieres ver cómo se derrumban tus posibilidades de recuperárla y ver cómo se alarga tu sufrimiento y agonía, anda, ve a “luchar por ella”.