Revista Cultura y Ocio
Si la pluralidad es causa de la pluralidad -sostiene Damascio- se procederá en círculo y todo será causa de sí mismo, mas nada será causa de la pluralidad. Ya que, si cada parte de la pluralidad se causa a sí misma circularmente, ninguna parte de la pluralidad necesitará de otra para ser causada, por lo que el todo carecerá de la causa total que le otorgue coordinación. Ahora bien, existe coordinación en el todo, según observamos en el orden presente en la naturaleza. Por tanto, la pluralidad no es causa de la pluralidad, sino que lo es Dios, la unidad trascendente.