Revista Deportes
Seguramente hubo hace poco reunión en las "bajuras" periodísticas y decidieron la nueva estrategia. Puede que alguien comentara la posibilidad de volver a hablar de dóping, pero parece que la cosa ya no cuela, y se decidieron por las provocaciones de Neymar.
Y ciertamente, Neymar les provoca(no los provoca). Les provoca cada vez más cosas, y los síntomas son evidentes. Les provoca un fuerte dolor de cabeza cada vez que coge el balón, y cuando encara al rival, y problemas intestinales con cada gol del brasileño., y lo único que les calma la acidez es la esperanza de que algún día alguien le rompa la pierna para poder escribir o decir en su emisora que ellos están en contra de la violencia, mientras ahora defienden las agresiones y critican al artista.
Su provocación consiste en ser un genio, en aprender de otro genio aún mayor y en contagiar esas genialidades a los espectadores, su provocación consiste en responder con burlas cuando un tuercebotas le intenta lesionar ante la mirada, entre bobalicona y cómplice, del árbitro de turno, tan atento siempre a sancionar un gesto o una mirada, un leve agarrón o un rebote en un brazo y casi nunca una entrada peligrosa o asesina.
Y es que llevamos 8 victorias consecutivas desde el triste episodio de Anoeta, eliminando al Atleti en una demostración de fuerza y superación, de la que la caverna solo extrajo el error arbitral(pero apenas pasó por encima de los errrores que nos perjudicaron que fueron muchos más), y tras la octava seguida, cuando vuelve el partido del siglo, del milenio o simplemente del Barça-Madrid de dentro de semana y media, ha aparecido de nuevo el caso Neymar.
Más ríos de tinta, más excusas para no hablar de fútbol, para minimizar las victorias, para seguir hablando de tribunales, esas noticias que sorprendentemente siempre aparecen en los momentos oportunos, cuando hay que ensuciar la imagen del Barça para que otros aparentemente sigan de blanco inmaculado.
Y me hace ser optimista. Al margen de que los tribunales decidan cuanto ha costado Neymar(y que incluyan impuestos, viajes, sueldo del padre, comisiones del agente y hasta un supuesto premio para cuando gane el Balon de Oro, y eso que aún no ha sido ni nominado) y de que se depuren las responsabilidades(como club y personales de quien decida el juez, o los sucesivos jueces que vayan conociendo el tema), el hecho de que esas noticias aparezcan ahora me hace sospechar.
Ver a Messi dirigiendo, mandando, goleando y a Neymar demostrando el por qué lo querían tantos equipos, me hace recuperar un poco de optimismo, me hace pensar que si los que tanto nos odian vuelven a la carga, es que las cosas vuelven a ser malas para ellos.
Pero dicho esto, es imprescindible que la junta directiva(incluyendo a Rosell) de un paso al frente y se decida por una de las dos opciones. O admitir que se han hecho las cosas muy mal, aceptar la multa(y la responsabilidad penal y económica que conlleve) y marcharse o luchar con todas las fuerzas, contratando a los mejores abogados para presentar batalla y para conseguir que no seamos siempre el muñeco del pim-pam-pum de los poderes mediáticos, por aquello de todos moros o todos cristianos, o lo que es lo mismo, hacer honor a esa frase que afirma que "la Justicia es igual para todos".
De momento escuchar los programas de la radio, leer según qué prensa y ver algunos programas deportivos en televisión es un síntoma para sonreír. Ya nadie se cree lo del dóping por lo que el esfuerzo lo han tenido que hacer en otros estamentos.
Ya sabemos que cuando todos los estamentos se reúnen en un lugar común, es fácil tomar decisiones en conjunto.
Nosotros debemos disfrutar mientras se pueda. Porque ladrar, ladran como una jauría, amigo Sancho.