Revista Diario

Si las infecciones de orina han llamado a tu puerta.... ¡sigue leyendo!

Por Belen
Nunca había padecido infecciones de orina graves, ni frecuentes, ni recurrentes.... hasta hace año y medio. De repente empecé a sentir molestias que acabaron con mis huesos en el centro de salud donde sin mirarme casi a la cara me dieron una receta de antibiótico de amplio espectro. Los síntomas cedieron rápidamente pero aquello sólo fue el principio de una historia que aún -seguramente- está sin concluir. 
Sólo un mes después los síntomas regresaban, misma operación: médico, receta, farmacia, síntomas que cesan..... Y vuelta a empezar. En esta ocasión sí hubo analítica de orina para detectar y llamar por su nombre a las bacterias a las cuales nos enfrentábamos. Tras seis meses, seis tipos de antibióticos y dos analíticas de orina mi doctora de cabecera decidió que aquello se le iba de las manos y me remitió al urólogo. El especialista, con un don de gentes sin igual, me interrogó sin pudor acerca de mis hábitos de higiene y poco menos que me atribuyó la culpa de esas infecciones de repetición. No me recetó antibióticos, no me hizo analítica alguna, me dio unas pautas de higiene (que por supuesto ya conocía y seguía), me sugirió beber muchos líquidos repartidos a lo largo del día (cosa que también hacía) y me recomendó tomar arándano rojo para favorecer la eliminación de dichas bacterias. Así estuvimos dos meses. No había síntomas, pero en una analítica posterior de comprobación la maltida E-coli seguía ahí, debía haberse construído un chalet con vistas vamos. 
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Entonces mi encantador urólogo decidió aplicar terapia de choque: un mes a base de un antibiótico de los fuertes. Sólo aguanté 20 días, los efectos secundarios pudieron conmigo y dejé de tomarlo. A pesar de ese tiempo, no hizo efecto. La bacteria no tenía intención de irse pero el médico no buscaba otra solución que no pasara por la dichosa medicina. 
Toda esta experiencia me ha hecho aprender mucho y me ha hecho conocerme un poquito mejor. Comencé a darme cuenta que los momentos donde comenzaba de nuevo a sentir molestias coincidían con mi ciclo, sucedían o durante la ovulación o días antes de tener la regla. Después he sabido que  la carga hormonal de esos días puede influir directamente en lo ácido de la orina, modificar el ph y por tanto favorecer la aparición de infección. 
También sé ahora que de la misma manera que una persona puede tener predisposición a los dolores de cabeza, otras pueden sufrir cierta irritación en la vejiga sin tener infección. 
Igualmente he sabido que un suelo pélvico deteriorado puede hacer que la vejiga baje lo cual cree una especie de codo donde la orina puede quedar almacenada, evitando que la vejiga se vacíe por completo y favoreciendo la infección. 
He descubierto qué cosas ayudan, además de los tan manidos antibióticos, que aunque necesarios, no siempre solucionan y erradican el problema. He aquí mi kit anti-cistitis
-Arándano rojo: un imprescindible que te ayudará a eliminar y controlar las infecciones. El arándano junto con la ingesta importante de agua repartida a lo largo del día, ayudará a que la bacteria se desprenda de las paredes donde se queda adherida, y ello facilitará su eliminación. Puedes tomarlo en cápsulas (en farmacias), y de este modo te aseguras el aporte diario necesario. Si los encuentras y te gustan el arándano fresco o seco (de venta en Mercadona) también va muy bien. Un pequeño puñadito al día es suficiente.
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Beber mucho líquido: nada de bebidas azucaradas, zumos, etc. Aguita clara y cristalina. Pero repartida a lo largo del día. Un truco, toma un vaso de agua cada hora, aproximadamente. De este modo lograrás una buena hidratación sin pasarse. 
- Es importante volver la orina más ácida y lo podemos conseguir con métodos naturales: exprimiendo un poco de zumo de limón en un vaso de agua (podemos tomar un par de vasos al día). También tomando un vazo de zumo de arándanos al día (el de Mercadona va bien y es económico). 
- Si después del parto notas que tu suelo pélvico está deteriorado consulta con un fisioterapeuta especializado en este tema, te ayudará a trabajar la zona y evitarás consecuencias más graves o desagradables -como puede ser esta-.
- La acupuntura ayuda. En un intento desesperado por probar cualquier método que pudiera por fin darme la solución, di con esta técnica. Muy recomendable para esto y casi para cualquier cosa. 
- Si estás embarazada, las infecciones son frecuentes, ante la más mínima molestia acude a tu médico, pero pásate por la farmacia y compra arándano rojo. Como dirían en un blog de moda o belleza, ¡todo un must! ;) 
Y ahora una pregunta que muchas os haréis: ¿cuánto tiempo tomo el arándano rojo? Si sólo has tenido una infección con un bote bastará, pero yo os recomendaría que pasado un mes, hiciérais algún refuerzo para prevenir. En caso de infecciones de repetición, y según recomendación de mi urólogo, hacer un ciclo de tres meses y después descansar. Pero sin bajar la guardia, y ante la más mínima molestia volver a tomarlo. Eso sin despreciar el zumo de arándano, el zumo de limón o el arándano fresco y seco que nunca está de más seguir tomando.
Espero que mi experiencia os ayude. 

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