Hoy se ha publicado una noticia con escasa repercusión en las Redes Sociales, lo que resulta sorprendente debido a su gran trascendencia. Nos van a obligar nuevamente a inyectar dinero público en los bancos. ¿Cómo puede ser esto si somos pobres de pedir?
Esto es lo que publica hoy Cinco Días: El FMI urge a una inmediata limpieza de la banca española con ayuda pública. Por lo visto la receta es:
- Mejora del Balance
- Activos problemáticos
- Ayuda Pública
Lo primero que chirría aquí es que los 2 primeros puntos son soluciones que solo afectan a los bancos, y el tercero es un problema que solo afecta a los ciudadanos.
Lo segundo es el tema de los activos problemáticos, que para entendernos, es lo que hemos llamado en estos últimos años “activos tóxicos”.
Si se sobretasa una vivienda y se le concede un crédito hipotecario superior al valor de sobretasación a una persona que tiene riesgos reales de impago será por algo. Alguien sacará algún tipo de beneficio de ello.
En cualquier caso, yo no he tenido la oportunidad de poder decidir sobre estas operaciones, y por descontado de sacarle beneficio alguno… ¿Y vosotros?
El artículo añade: “El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado en varias ocasiones que la reestructuración del sector se completará sin que tenga que utilizarse más dinero público, a pesar de que desde Bruselas ya se ha sugerido a España el uso del fondo europeo de rescate para zanjar la reestructuración bancaria y de que la presión del mercado empuja a ello”, y yo no tengo por qué dudar de ello.
Pero una cosa son las intenciones o deseos del Ministro de Economía, y otra bien diferente lo que le obliguen a hacer desde el exterior.
Pero ahora viene lo gordo. Busquemos cualquier titular que hable de la última colocación de Deuda Pública. Por ejemplo: El Tesoro coloca sin problemas deuda por valor de 3.000 millones pero pagando intereses mucho más altos. ¿Sin problemas? Si yo me compro un piso por 300.000€ y me veo obligado a venderlo por 80.000€, ¿puedo decir que lo he enajenado “sin problemas”?
Esta Deuda la hemos vendido a un tipo de interés 85% más alto de lo normal (¿podremos devolverla), por eso Financial Times “insista desde hace días en situar a España al “borde del precipicio”, es decir, al borde de la intervención”.
Habida cuenta de la situación, ¿tenemos además que sanear bancos?
Y lo que más chirría…
El FMI nos insta a sanear urgentemente con dinero público bancos privados teniendo conocimiento de cuál es nuestra situación, mientras el Banco Central Europeo (BCE) nos felicita desde la barrera por haber colocado la Deuda Pública al doble de interés.
¿Por qué el FMI no insta al BCE a que compre Deuda Pública de España para que no nos suban tanto los intereses?
O mejor aún, ¿por qué el FMI no insta al BCE para que se ocupe de sanear esos Balances y activos tóxicos de los bancos y nos deje en paz a los ciudadanos, que no podemos ni respirar?
Alemania controla el BCE y no permite ninguna de estas 2 medidas.
¿Qué está sucediendo entonces? Pues me siento tentado a pensar que se está provocando la quiebra de España, y automáticamente me doy cuenta de la majadería que es esto.
Pero miro a mi alrededor y me topo con Estados a los que se les han exigido esfuerzos tan enormes que han terminado quebrando, y ahora están dirigidos por Gobiernos de tecnócratas no elegidos democráticamente. Y es que cuando el Estado rescata o sanea una entidad privada, se produce una transferencia de renta de los ciudadanos a estas empresas, y también una transferencia del riesgo de estas corporaciones privadas al Estado.
Da qué pensar…
Os animo encarecidamente a leer la reflexión que aquí se expone: Asumimos medidas como respuesta a preguntas que no nos hacemos, porque sinceramente opino que nos creemos todo lo que nos cuentan y aceptamos cualquier cosa que nos imponen sin ningún miramiento.
Me entristece que no haya 2 equipos españoles en la final de la Champions. También siento cierta empatía por la situación que están padeciendo CaixaBank, Sacyr, BBVA y demás accionistas privados de Repsol. En otra coyuntura tal vez me indignara, pero en la actual hace tiempo que tomé la decisión de ser muy egoísta y centrarme en mis problemas, que no son los de la petrolera en Argentina.
Estamos cayéndonos por los escalones de la pirámide de Maslow. Si llegamos a descender hasta el primero no nos quedará más remedio que centrar todos nuestros esfuerzos en cubrir nuestras necesidades fisiológicas más básicas. Que esto no nos suceda.
Empecemos a hacernos las preguntas, porque las cosas no cuadran. Si definitivamente acabamos dándole ese dinero que no tenemos a los bancos, sobrevivirán ellos pero nosotros no.