Si los políticos tratan a la gente como perros, acaban mordiendo

El exsecretario general de la antigua Alianza Popular, Jorge Verstrynge, ha dado un ejemplo a muchos políticos y ciudadanos demócratas y decentes, sumándose a un escrache pacífico y demostrando que los que protestan públicamente ante los domicilios de los políticos responsables de los dramas del pueblo no son delincuentes ni pro-etarras, sino ciudadanos demócratas, indignados ante la iniquidad de algunas leyes, el abuso y la injusticia que emanan del poder.

Verstrynge participó el viernes en el escrache convocado por la Plataforma de los Afectados por la Hipoteca (PAH) frente al domicilio de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, sumándose a otros 200 activistas que han acudido a la casa de la portavoz del Gobierno para reclamarle, en el marco de la campaña de escrache 'Hay vidas en juego', que apoye la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) de la PAH sobre dación en pago.

El que fuera secretario general de Alianza Popular ha argumentado que cuando los políticos no escuchan y tratan a la gente como perros, acaban mordiendo, aunque por ahora solo ladren.

Verstrynge fue uno de los asistentes que trató de calmar la situación cuando la Policía ha comenzado a identificar y a desalojar a los activistas de los alrededores de la vivienda de Sáenz de Santamaría, produciéndose como consecuencia un forcejeo entre agentes y manifestantes.

Tras los momentos de tensión, la Policía despejó la calle en la que se ubica el domicilio de la vicepresidenta, cortando el paso para impedir el acceso de nuevos manifestantes. Medio centenar de agentes antidisdisturbios se desplegaron en la zona.

Desde el lugar de la portesta, Verstrynge ha advertido a los políticos que se "atengan a las consecuencias" y ha añadido que en caso de que él hubiese sufrido un escrache en su época de dirigente político "lo hubiera entendido".

Verstrynge, quien ha sido identificado por la Policía y podría ser multado, ha dicho que la situación "ha transcurrido con calma y normalidad hasta que ha llegado una orden la Delegación del Gobierno". "Justo cuando la gente se iba a disolver han empezado a identificar y cuando una manifestación se disuelve no te pueden poner a identificar porque así encrespas los ánimos", ha opinado.