Revista Religión
I
Si mil veces yo naciera
pastoreña yo seria,
para estar siempre a tu vera
cada instante de mi vida.
Eres sueño que camina
a tu ermita en los Pajares
eres verso y melodía,
tamboril que anuncia el día,
Pastora de mis amores.
Como si de un sueño fuera,
ya despertó el pastoreño
del letargo de la espera,
cinco años se cumplieron,
Pastora cantillanera.
II
Si mil veces yo naciera
pastoreña yo sería,
y es que no tiene cualquiera
de tenerte, la alegría.
Eres tú del pastoreño,
la ilusión que le desborda,
tesoro de amor sincero,
Reina de la tierra y cielo,
nuestra gloria y nuestra honra.
La suerte del pastoreño
es el gozo y la alegría,
de tu pueblo, Cantillana,
que ve tu imagen bendita
en tu carreta de plata.
III
Si mil veces yo naciera
pastoreña yo sería,
para alzar mi voz sincera
a tus plantas Madre mía.
Cinco años se cumplieron,
desde la primera vez
que cantamos sevillanas,
con el alma en la garganta
en tú calle Martin Rey.
Hoy mi voz busca tu cara,
tu mirada de pureza,
tus manos para acunarla,
y cantarte con más fuerza,
Pastora de Cantillana.
IV
Si mil veces yo naciera
pastoreña yo sería,
pá llevarte siempre a gala
a ti, Pastora Divina.
Eres dueña de mi alma,
mi esperanza, norte y guía,
eres mi fe y mi consuelo,
y el faro de mi sendero,
mi refugio y mi alegría.
El pueblo en el que te adoran
te escogió como la dueña
del pastoreño, Señora,
la Reina de Cantillana,
Madre y Divina Pastora.
Letra: Carmen Hurtado Berrocal /Musical: Antonio Portillo Daza
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