Si no despierto era una novela que me llamaba mucho la atención. Cuando leí Delirium me agradó mucho el estilo narrativo de Lauren Oliver: ameno, conciso con un toque mágico que hacía que sin que te dieras cuenta acabarás completamente enganchado.
El miedo a no superar sus expectativas llegó al abrir las primeras páginas éste libro, menos mal que sólo se quedó en miedo porque Si no despierto me ha parecido una delicia de novela.
~ Si no despierto * Lauren Oliver ~
~ G * Juvenil Adulta ~ E * Ediciones SM ~
Samantha Kingston es popular: es guapa, amiga de Lindsay, la chica más envidiada del instituto, y sale con el chico perfecto, Rob.
Ha llegado el viernes 12 de febrero. Despertada por su hermana Izzy sale de casa para celebrar el día de Cupido en el instituto, día donde se reafirma sus popularidad ya que espera recibir al menos 15 rosas, entre ellas la de su chico. El día avanza con gran normalidad, se escaquean de las clases encontrándose así con Alex y Kati juntos aunque Alex sale con Brianna, tontea con el profesor Daimler y, como cada día de Cupido, las cuatro amigas le mandan una rosa y una tarjeta a Juliet Skyes, a la que consideran “una pirada”. Por la noche asisten a la fiesta que uno de sus compañeros, Kent, da en su casa. En ella aparece Juliet Skyes acusándolas de malas personas. Humillándola deciden abandonar la fiesta cuando un destello blanco aparece delante de ellas.
El viernes 12 de febrero debería haber sido un día más en su vida. Pero, es el último. O más bien los últimos, porque Samantha se despierta una y otra vez en la mañana del viernes 12 de febrero y vuelve a vivir la misma jornada siete veces… hasta que se da cuenta de que en su mano está realizar cambios minúsculos que supondrán diferencias enormes.
"Lo que quiero decir es que, cuando llega, llega por sorpresa. No te levantas con una sensación extraña en el cuerpo. No ves sombras donde no deberías haberlas. No se te ocurre decirles a tus padres que los quieres, e incluso puede que salgas sin despedirte de ellos, como hice yo.”
Samantha es la típica protagonista a la que le coges tirria. La popularidad que tienen ella y sus amigas las hacen creer superiores a los demás. Ellas, las más populares, las que arrasan con las compras y se emborrachan cada semana. Las que se abrazan y dicen “amigas para siempre”. La autora ha sabido describir perfectamente el típico instituto americano con sus populares y sus pringados y en medio los que admiran a los primeros y en cuanto tienen la ocasión humillan a los últimos, a excepción de los normales que sólo van a su bola. Samantha fue una de esas que estaban en medio hasta que Lindsey, se hizo amiga de ella. Pero mientras avanzamos en la novela nos daremos cuenta de que en realidad ella no es como todos creen. Cuando los días se repiten deberá descubrir el por qué ese día en especial, cuáles son los defectos que ha tenido en su vida, cuáles han sido los pequeños detalles que han perjudicado a los demás y qué es lo que ha de cambiar, o lo que es lo mismo, es el momento de madurar.
Creía que los siguientes días al original serían parecidos al primero pero me equivocaba. Sí, hay días en que la jornada transcurre con normalidad pero en otros es cuando Samantha reacciona de diferentes maneras. No pude evitar imaginarme que haría yo en sus circunstancias, si me tocara vivir un día una y otra vez, si me comportaría como ella, y admito que hay un par de días en que haría lo mismo que ella: disfrutar de los pequeños momentos o convertirme en la más atrevida. El día de la marmota a modo instituto.
La narración de Oliver es encantadora. No sabría deciros exactamente el por qué es tan adictiva: empiezas y cuando te quieres dar cuenta no puedes soltar el libro. ¿Será su estilo ameno? ¿Serán esas frases que te hacen reflexionar? ¿Serán los personajes secundarios como el adorable Kent? ¿Será ese final que te deja con un revoltijo en el estómago y horas y horas pensando en él? Afortunadamente (y eso es algo que ahora mismo agradezco muchísimo) se trata de un libro autoconclusivo, así que si os interesa probadlo y descubrid a Oliver.
“ - ¿Nunca te da miedo quedarte dormido? ¿No te da miedo lo que viene después?. -Me sonríe con tristeza, y por un momento estoy segura de que lo sabe.
- A veces, lo que me da más miedo es lo que dejo atrás – me dice.”