Por David Landeta
(Publicado originalmente en diario El Comercio, Quito, el 14 de marzo de 2018)
Stephen Hawking fue uno de los físicos contemporáneos más reconocidos. Falleció la mañana de este 14 de marzo del 2018. Foto: Captura de pantalla El Comercio.
Astrofísico, cosmólogo, divulgador científico, ícono de la cultura popular, amante de Pink Floyd y uno de los científicos contemporáneos más reconocidos son algunas de las características de Stephen Hawking, quien falleció la mañana de este 14 de marzo del 2018. Uno de los aportes más importantes del físico británico fue cambiar la manera en la que entendemos el espacio-tiempo, a continuación te explicamos cómo lo hizo.
Para empezar, uno de sus aportes más importantes a la humanidad fue poner sus teorías al alcance de todos, es decir hacerlas comprensibles. Pare esto, en 1988, publicó su libro ‘Breve historia del tiempo: Del Big Bang a los agujeros negros’. Precisamente en estos elementos, los agujeros negros, se centraron gran parte de sus estudios e investigaciones.
¿Qué es un agujero negro?
Un agujero negro es una región en la que la materia está muy comprimida, entonces atrae todo lo que se encuentra a su alrededor y no deja que nada se le escape ni siquiera la luz, por eso su nombre, explica Jorge Poveda, docente de física e investigador universitario.
¿Y de dónde salen estos agujeros?
Para entenderlo habría que imaginarse el espacio-tiempo como una lámina plana de goma. Los cuerpos como la tierra y el sol curvan esa lámina por su peso y esta deja de ser plana, esa curvatura es el concepto de gravedad de Einstein. Si se arroja algo muy pesado en la lámina, como una estrella moribunda, esta generará un agujero en el espacio-tiempo, lo que conocemos como agujero negro así lo explicó el propio Hawking en un especial del canal History Channel.
Pero el estudio de los agujeros negros no inició con el físico británico. Desde el siglo XVIII ya existían indicios de la existencia de estas regiones espaciales. En 1915, con la teoría de la relatividad general de Albert Einstein estas regiones empezaron a ser tomadas en cuenta por la ciencia y estudiadas a fondo.
Basándose en los estudios de Einstein, Hawking investigó los agujeros negros. Para lograrlo unió las teorías de la relatividad y la mecánica cuántica. Aunque este es un tema en el que los físicos se mantienen trabajando, Hawking logró dar los primeros pasos para tratar de unificarlas y así nació el concepto de la teoría del todo.
La ‘Teoría del todo’ no solo es el nombre de la película biográfica de Hawking, es una hipótesis en la que se trata de unificar todas las teorías físicas en una sola. Sobre este tema, en una entrevista con la BBC, Hawking dijo: “Este conjunto de leyes puede darnos las respuestas a preguntas como cuál fue el origen del universo ¿Hacia dónde va y tendrá un final? Y de ser así, ¿cómo terminará? Si encontramos las respuestas a estas preguntas, entonces conoceremos la mente de dios”
Los viajes en el tiempo
Uno de sus análisis más llamativos fueron los viajes en el tiempo, para lograrlos Hawking pensó en la teoría de los agujeros de gusano. Para el científico estos agujeros se encuentran en todas partes en la estructura del Universo, pero son muy pequeños para que quepan personas. En el futuro, si se consigue una manera de crear agujeros de gusano grandes, se podría pensar en viajes en el tiempo.
Según explica Jorge Poveda, los agujeros de gusano son una solución parecida a los agujeros negros. La diferencia consiste en que estos últimos pueden expulsar las cosas, tienen una entrada y una salida, un agujero negro solo tiene una entrada. Con ellos se podría viajar al pasado, hipotéticamente.
Finalmente, para viajar al futuro hay formas teóricamente más simples, asegura Poveda. Por ejemplo, moverse a velocidades cercanas a la luz (300 000 kilómetros por segundo). Para explicar esto, Hawking imaginó un tren que diera siete vueltas a la tierra en un segundo, el tiempo en los vagones de este tren comenzaría a transcurrir más despacio y en cámara lenta, como si se estuviera cerca de un agujero negro. En una semana, el tren habría viajado cien años en el futuro, concluyó.