Pero ahora parece que le cuesta soltarlo por la mañana y en una o dos ocasiones me lo ha pedido de día. ¿Vamos hacia atrás? ¿Tiene que ver también con el cambio de la vuelta al trabajo tras las vacaciones?
O…simplemente lo quiere porque se lo ve a otros niños en la guardería. Y es que así es el género humano. Siempre queremos lo que tiene el vecino de al lado, siempre nos parece mejor y más bonito.
Lo peor es que no se pasa con la edad, ni mucho menos. Sólo hay que ver a los adultos. Que se llevan las botas en plan El Gato con Botas, pues tooooodas las chicas con botas cual mosqueteros; que ahora se llevan tipo “pie de Espinete y Don Pin-Pon”, pues veréis lo que tardamos en verlas hasta en la sopa. Sí, sí, serán muy calentitas, pero no pueden ser más feas. Y así podría estar hasta el infinito.
