Revista Religión

Si no hay verdad, amar es un delito

Por Joseantoniobenito

SI NO HAY VERDAD, AMAR ES UN DELITO

SI NO HAY VERDAD, AMAR ES UN DELITO

Estamos siendo bombardeados por imágenes provocativas altamente manipuladoras. Todos sabemos que "amar no es un delito", pero también sabemos que el amor tiene sus patologías y que se llega hasta la prostitución, al asesinato, a la violación por un falso amor. El pintor genial que fue Goya pintó los monstruos que soñó su razón. Si de "parejas imaginarias" se trata podemos llegar a lo ridículo o a lo absurdo.

Cuando gente famosa que admiramos en el Perú presta su imagen para estas campañas, en principio es para defender al colectivo homosexual para el que reivindica respeto. Sin embargo, el  mensaje que transmiten no es precisamente esto sino la transgresión de la ley natural, la oposición a la verdad bíblica y al sentido común tradicional histórico. Cuando al Papa Francisco se le preguntó sobre los gays se limitó a seguir la sentencia humanitaria y cristiana de "amo al que delinque pero estoy en contra del delito", por eso dijo que quién era él para juzgar.

Aunque siento que necesitaría más tiempo y espacio para analizar la carga semántica e icónica de esta campaña, siento que no puedo callar y debo protestar en nombre de la verdad y en contra de la mentira. Siento que los jóvenes nos piden una palabra y yo les ofrezco la que escribió de modo lúcido y valiente, Benedicto XVI en su encíclica "Caritas in veritate" n. 3

Sólo en la verdad resplandece la caridad y puede ser vivida auténticamente. La verdad es luz que da sentido y valor a la caridad. Esta luz es simultáneamente la de la razón y la de la fe, por medio de la cual la inteligencia llega a la verdad natural y sobrenatural de la caridad, percibiendo su significado de entrega, acogida y comunión. Sin verdad, la caridad cae en mero sentimentalismo. El amor se convierte en un envoltorio vacío que se rellena arbitrariamente. Éste es el riesgo fatal del amor en una cultura sin verdad. Es presa fácil de las emociones y las opiniones contingentes de los sujetos, una palabra de la que se abusa y que se distorsiona, terminando por significar lo contrario. La verdad libera a la caridad de la estrechez de una emotividad que la priva de contenidos relacionales y sociales, así como de un fideísmo que mutila su horizonte humano y universal. En la verdad, la caridad refleja la dimensión personal y al mismo tiempo pública de la fe en el Dios bíblico, que es a la vez «Agapé» y «Lógos»: Caridad y Verdad, Amor y Palabra. 


Volver a la Portada de Logo Paperblog