Si no hubiera tenido miedo, hace siglos que le hubiera dicho al mundo lo que quería. Que hubiera osado pedir y recibir lo que ahora pienso que merezco, como otros lo merecen.
Me hubiera atrevido a preguntar lo que no entendía sin temor a parecer una estúpida... Hubiera dado mi opinión en voz alta porque hubiera pensado que tal vez a alguien podría interesarle.
Para dejar de callar y asentir cuando, en el fondo, por dentro, el alma te pide que sacudas tu vida y seas capaz de decidir por ti mismo.
Si no hubiera tenido miedo, habría hecho aquel camino que me llevaba a un lugar donde pensaba que me pondría a prueba y podría aprender. Donde creía que podría mostrarme tal y como soy y ser feliz, aunque no me atreví...
Hubiera apostado por mí y no me habría ocultado tras los muros más densos que he construido jamás para escapar de mis complejos más salvajes.
Porque no sabía aún que el riesgo conlleva la sabiduría de confiar y creer. Que cuando apuestas por ti, siempre ganas porque cambias...
Que a veces la locura es hacer lo mismo que hacen todos sin preguntarse por qué.
Si no hubiera tenido miedo, me habría apuntado a todas las carreras a riesgo de quedar la última y habría bailado sin parar aún pensando que podría hacer el ridículo...
Porque tardé en saber que no hay ridículo que pueda con tu voluntad y que quién se ríe de ti es normalmente más desgraciado que tú.
Si no hubiera tenido miedo ahora no me sentiría aún a veces pequeña y comprimida. No tendría que hacer esfuerzos para expandirme y crecer todo lo atrasado. No tendría tantos deberes pendientes para llegar a quererme...
Porque tardé en darme cuenta de que si no te quieres a ti mismo, el mundo nunca dejará de ser un lugar huraño y triste para ti...
Porque supe que cuanto más te quieres y respetas, más capaz eres de amar... Y que al revés, también funciona y eso lo hace maravilloso.
No me hubiera ocultado tras todas las excusas posibles que se han ocurrido para no mostrarme tal y como soy. No hubiera aguantado según qué palabras ni según qué miradas...
Porque ignoraba que los demás te tratan muy a menudo como dejas que te traten y si aceptas lo que no mereces, te apagas por dentro y es muy difícil volverte a encender...
Si no hubiera tenido miedo habría amado igual pero sin sufrir, sin darle mil vueltas en mi cabeza por si aquel amor se terminaba y era culpa mía porque no era suficientemente maravillosa, sin haber tenido el corazón envuelto en un hatillo pendiente de una señal para desalojar mi cuerpo por si a caso...
Por si no estaba a la altura... Para poder salir corriendo antes de decepcionar.
Por si se me acababa el encanto y no me sentía con fuerzas para disimular y poner cara de que no pasaba nada.
Porque no sabía que quién ama no se equivoca nunca amando... Que el amor nunca debe hacerte sentir pequeño,
Que a veces, la soledad es un regalo para aquellos que están aprendiendo a quererse.
Si no hubiera tenido miedo a fallar, a caer, a ser feliz, a equivocarme, a perder, a perderme, a encontrarme, a divagar, a dejar de ser yo, a ser demasiado yo... A subir demasiado y luego estallar, a bajar tanto que nunca pudiera volver a la superficie, a no soñar nunca nada que pudiera tocar... A soñar sólo aquello que tocaba. A dejar de llorar, a dejar de reír... A no ser capaz nunca de decir en voz alta quién soy y qué quiero.
Si no hubiera tenido miedo, tal vez tampoco hubiera crecido superándolo, rodeándolo, saltándolo... No hubiera encontrado algunos grandes compañeros en este camino que me han ayudado a seguir y a tropezar donde necesitaba tropezar.
Si no hubiera tenido miedo, tal vez ahora no sería yo. Y no hubiera descubierto que a veces es mejor pedir perdón que pedir permiso, si actúas con respeto.
Un yo que a veces tiene la tentación de buscar guarida cuando le flaquean las fuerzas y recuerda que construía muros y buscaba máscaras... Un yo que no quería salir del huevo y soñaba que todos los días se acababan antes porque le parecían insoportables habitando su cuerpo imperfecto...
Si no hubiera tenido miedo, tal vez, no tendría ganas de seguir, ni sueños inabarcables que cumplir... Tal vez ahora no sabría que me queda mucho por aprender...
Y no es que me gusten mis miedos, ni el tiempo gastado esquivándolos, aceptándolos y entendiéndolos, es que me gusta lo que he sabido sacar de ellos. Lo que he conseguido a pesar de llevarlos muchas veces pegados a la espalda. Lo que el esfuerzo por superarlos ha dejado en mí... Yo.
Si no hubiera tenido miedo, ahora aún me creería que son molinos, cuando en realidad son gigantes y muchos no se dan cuenta ... Y me ha costado mucho llegarlo a ver y creer que lo que pienso es válido aunque los demás no lo acepten...
Porque a veces, lo que imaginas es más real que lo que pisas. Lo que temes es lo que no te atreves a soñar y conseguir.
Fuente https://mercerou.wordpress.com/2016/03/29/si-no-hubiera-tenido-miedo/